Es notorio el avance logrado al primer mes del solemne acto de apertura del X Congreso Ordinario Reinaldo Pared Pérez del Partido de la Liberación Dominicana.
Los diferentes organismos han entregado a la Comisión Organizadora el cuadernillo debidamente completado con las respuestas orgánicas a las interrogantes incluidas en el “Instructivo para la Evaluación Crítica y Autocrítica del PLD y el Proceso Electoral 2024”.
Desde que el Comité Político anunció que se adelantaba la convocatoria al congreso ordinario y ratificó el Comité Central, junto a la importancia del necesario examen de las razones por las cuales el PLD ha perdido su lugar en el tablero electoral se llegó a la conclusión de analizar esos factores.
Es así como surge la idea de cumplir con un proceso evaluativo crítico y autocrítico para conocer los factores que han influido en el poco deseado desempeño electoral del PLD.
El ejercicio ha valido la pena, pues ha mantenido al Partido movilizado, revisando los pasos dados y el comportamiento de sus dirigentes. Esta decisión ha sido una oportunidad para el PLD reencontrarse consigo mismo, revisar las debilidades y fortalezas que ha tenido, identificar sus causas y aplicar los correctivos de lugar.
En las anotaciones saldrán a relucir críticas y aciertos, ideas y sugerencias de mejora que permitirán al Partido desarrollar estrategias efectivas, adaptadas, con visión futurista.
Todas las áreas de trabajo serán enriquecidas si partimos de la evaluación sincera de los organismos al analizar lo sucedido y proyectar las acciones de fortaleza orgánica.
En el Partido de la Liberación Dominicana prima el optimismo con los resultados de este proceso evaluativo, y animados de ese optimismo exhortamos a miembros y dirigentes partidarios a que eviten flagelarse, es decir, darse azotes o golpes a sí mismos, ignorando que el PLD es el principal blanco de ataques del Gobierno, del PRM y de sectores opositores siempre interesados en dirigir a nuestro Partido desde fuera con el propósito de, primero, invalidarlo como fuerza política importante y luego destruirlo. Por eso, como dice la canción, hay que tener «cuidado, mucho cuidado».