El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó que Kilmar Ábrego García, deportado por error a su país, es un criminal en Estados Unidos y que no va ni a retornarlo ni a liberarlo allá.
Junto a su anfitrión, su homólogo Donald Trump, en la Casa Blanca, Bukele dijo ante una pregunta de los periodistas sobre si tenía la facultad de liberar a Ábrego García dentro de El Salvador, Bukele respondió que a su gobierno no le gusta mucho liberar terroristas.
Pam Bondi, la secretaria de Justicia, y el secretario de Estado Marco Rubio estaban a poca distancia. Si El Salvador decidiera repatriar a Ábrego García, Estados Unidos «proporcionaría un avión» debido a un fallo de la Corte Suprema, apuntó ella.
“ (…) Eso depende de El Salvador si quiere devolverlo. No nos corresponde a nosotros. La Corte Suprema dictaminó que si El Salvador quiere devolverlo… lo facilitaríamos: es decir, devolveremos un avión”, indicó y de inmediato, luego de una breve intervención del subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, le pasaron la bola a Bukele.
«¿Quieren que volvamos a liberar criminales para convertirnos en la capital mundial del asesinato? Eso no va a suceder», expresó el mandatario centroamericano al señalar que tampoco tiene facultad para devolver al deportado por error.
De esta forma, el mandatario salvadoreño toma partido con la administración Trump que acusa a Ábrego García de ser un presunto miembro de la pandilla MS-13, pese a que su abogado aseguró que su defendido no tiene ningún problema con la justicia ni aquí, ni en El Salvador ni en ningún otro país.
Rubio repitió que ese hombre estaba ilegalmente en territorio estadounidense y que por eso además fue deportado. No vendrá bajo ninguna circunstancia, subrayó.
El caso del padre de tres hijos, residente legal en Maryland y con una orden de un juez de 2019 que prohibía su deportación, está en el centro de atención mediática y en medio de las disputas en cortes.
Una jueza federal ordenó el regreso de Ábrego García y la Corte Suprema dictaminó que la administración Trump debe facilitar su regreso, aunque, al parecer, el calvario apenas comienza.
Bukele llegó el sábado a Washington. Esta es la primera visita a la residencia de la avenida Pensilvania de un presidente salvadoreño desde 2014, cuando Barack Obama dio la bienvenida a Salvador Sánchez Cerén.
