El presidente de la Organización Internacional Embajadores por la Paz (OIEPD) José Manuel Castillo Betances, calificó como valiente y altamente significativa la propuesta presentada por el presidente Donald Trump, considerándola una de las más pragmáticas y eclécticas que ha escuchado en torno al conflicto palestino-israelí.
Castillo Betances argumentó que el planteamiento de un Estado palestino sin la presencia de Hamás constituye la vía más viable para Israel, ya que le asegura garantías de seguridad, y al mismo tiempo fortalece la cohesión y el control territorial del liderazgo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con legitimidad histórica, que desde sus orígenes se ha distinguido por su coherencia y visión en la lucha por la autodeterminación del pueblo palestino.
El embajador expresó estas consideraciones durante su participación en la Feria del Libro Dominicano, donde puntualizó que la propuesta del mandatario estadounidense merece el respaldo de la comunidad internacional, en tanto puede significar un alivio para un pueblo profundamente golpeado por los sistemáticos enfrentamientos bélicos que cobran la vida de cientos de niños y mujeres inocentes en ambos bandos, tanto en Israel como en Palestina.
Asimismo, reconoció que la devolución de los rehenes constituye una acción digna por parte del presidente Trump, en la medida en que la práctica del cautiverio resulta violatoria de los principios del Derecho Internacional Humanitario, que proscribe el secuestro, la tortura y el maltrato de la población civil. Del mismo modo, valoró la propuesta de liberación de los prisioneros palestinos, muchos de ellos condenados a cadena perpetua, como un gesto realista y un paso firme hacia la paz, basado en la lógica de una negociación bajo el principio del “ganar-ganar”.
En su análisis, Castillo Betances subrayó que los ataques indiscriminados en el marco del conflicto constituyen una vulneración directa del Derecho Internacional Humanitario y del artículo 51 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra de 1977, que prohíbe los ataques contra la población civil.
Reiteró que en cualquier escenario bélico resulta esencial la aplicación del principio de distinción, el cual garantiza que ni las personas civiles ni los bienes de carácter civil sean objeto de hostilidades. La violación de este principio, enfatizó, puede constituir crimen de guerra susceptible de ser juzgado por tribunales internacionales como la Corte Penal Internacional.
Finalmente, Castillo Betances consideró que los pueblos amantes de la paz deben respaldar una propuesta que, por su claridad y realismo, abre una ventana de esperanza inédita hacia la creación de un Estado palestino que supere la lógica de la guerra y sus consecuencias mortales.
En su reflexión agregó que, en un mundo convulsionado por conflictos y tensiones geopolíticas, iniciativas como esta son una oportunidad para que la comunidad internacional reafirme su compromiso con el multilateralismo, la diplomacia preventiva y la vigencia de los derechos humanos como fundamento de una paz duradera