Opinión

Una nota de prensa acompañada de un video emitido por la Dirección de Comunicaciones de la Presidencia de la República, con el título “Problema resuelto”, informa acerca de los resultados positivos que están obteniendo los parceleros de la comunidad de Savallo, en Cotuí, como resultado del apoyo que han recibido de las autoridades.

El video resalta las penurias por las que han pasado 76 laboriosos trabajadores del campo, agrupados en tres asociaciones, quienes en un momento vieron con amarga impotencia, como se les arruinó una cosecha de arroz, ya en “estado de preñez”, por la falta de dinero para reparar una vieja bomba de agua que colapsó, entre otros muchos problemas.

Con la política de préstamos del actual gobierno, los parceleros de Savallo recibieron un préstamo, compraron una bomba de agua nueva, y ahora en sus parcelas se cultiva de todo, ají, plátanos y arroz, entre otros rubros. De acuerdo al testimonio que ofreció Estelví, hijo del parcelero Pablo Jerez, éste ya no desea abandonar el campo, pues ahora siente que con el apoyo y atenciones que están recibiendo, puede dedicarse a producir y recibir buenos ingresos por su esfuerzo.

La crónica destaca que las políticas de crédito y apoyo técnico y humano a los hombres y mujeres del campo, están revirtiendo la vieja tendencia de emigrar del campo a la ciudad, una reacción de nuestros productores agrícolas debido a la pérdida del amor a la agricultura por falta de apoyo estatal. Ver que jóvenes campesinos como Estelví, manifiesten la esperanza de permanecer en su terruño rural y vivir una mejor vida, ciertamente es una “buena señal” de un posible proceso de cambio en la mentalidad y la actitud de nuestros campesinos.

La historia de los parceleros de Savallo, se repite en decenas de comunidades campesinas en todo el territorio nacional, que se han beneficiado de niveles de financiamiento, nunca vistos en la historia del crédito agrícola. En 2013, en el Banco Agrícola se formalizaron préstamos a 41,288 pequeños y medianos productores agropecuarios por RD$14,680.8 millones, lo que significa un crecimiento de 131.8% en relación a los verificados en el año anterior.

Quizás sea muy temprano todavía para afirmar que se ha revertido la tendencia de emigrar, algo que viene produciéndose desde hace décadas y se necesitaría una determinada cantidad de tiempo para medirlo. Lo que sí se puede asegurar es, que uno de los resultados de estas políticas crediticias y de respaldo al productor del campo del Presidente Danilo Medina, devolverá el amor del campesino por su tierra y sus hijos pondrán más interés en el fundo productivo, ya que lo entenderán como su empresa familiar que les proporciona empleo, alimento, ingresos y una mejor calidad de vida, sin los apuros, las angustias e inseguridades de una ciudad capital insufrible.

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