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Puerto Príncipe, (Servicios especiales de Vanguardia del Pueblo) El panorama político de Haití parece tornarse hoy inestable ante la postura de sectores de la oposición, empeñados en obstaculizar las elecciones municipales y parciales de la Asamblea Nacional el próximo 26 de octubre.

Pendientes durante más de dos años, en esos comicios se escogerán a 20 senadores, que representan dos tercios de la Cámara alta, un centenar de diputados y más de medio millar de asambleístas.

A juicio del primer ministro Laurent Lamothe, el progreso de Haití está siendo rehén de la intransigencia de unos pocos políticos a quienes acusó de recurrir a acciones antidemocráticas para bloquear los comicios.

Diversos actores políticos sellaron en marzo el acuerdo de El Rancho (así llamado por el nombre del hotel donde se produjo el hecho), con el fin de celebrar los sufragios en dicha fecha.

Esa decisión nos compromete a elecciones en octubre, subrayó en sitios digitales Lamothe, quien recordó que el objetivo principal del Gobierno es mover la democracia de Haití hacia la base más firme y lejos de la inestabilidad de mediados de 1980.

Como parte del mencionado pacto, la administración del presidente Michel Martelly aceptó la mayoría de las demandas de la oposición, pero un grupo ha bloqueado sistemáticamente la aplicación del primer acuerdo político global en Haití.

Violentas manifestaciones protagonizadas por esos actores han promovido el inconstitucional y prematuro fin de nuestro Gobierno, expuso Lamothe.

Hasta ahora, agregó, sus acciones sólo han servido para proyectar una falsa imagen de un Haití caótico y para disuadir la tan necesaria ayuda extranjera y el crecimiento de las oportunidades de trabajo del cual depende la economía.

De acuerdo con el abogado André Michel, gran crítico de la política de Martelly, el Gobierno actual solo ha servido para acelerar la dependencia del país a la comunidad internacional, debilitar las instituciones y ensanchar la brecha social.

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