Euclides Gutiérrez

El tema que vamos a tratar, no es la primera vez que lo hemos tocado, y es más correcto decir, tal vez, que fuimos de los primeros que tratamos, cuando se inició aquella sospechosa y populista campaña del 4% para la educación, con una vanguardia de manifestantes con sombrillas amarillas, que tenían ese número tan significativo. Esta actividad no es original de nuestro país, fue una copia de mal gusto, de las manifestaciones que auspiciadas por los organismos internacionales conspirativos de los Estados Unidos de América y sus socios europeos, terminaron llevándose los regímenes de oriente, entre los cuales, el que más perjuicio causó fue el del pueblo libio, que terminó siendo despojado de cientos de miles de millones de euros, depositados en bancos de Francia, Italia y otros países.
Aquí en la República Dominicana, el gobierno del PLD que preside Danilo Medina, dispuso entregar ese porcentaje del presupuesto general de la nación, que representa más de cien mil millones de pesos dominicanos. El Ministerio de Educación bajo la dirección expresa del compañero Danilo Medina, Presidente de la República y del titular del Ministerio, compañero Carlos Amarante Baret, han inaugurado en un corto período de tiempo una apreciable cantidad de edificios escolares que dará alojamiento a miles de estudiantes de escuelas primarias en el territorio nacional, y que tiene como objetivo alfabetizar y educar totalmente a nuestra población. Bien, muy bien; ahora una observación que realmente es una pregunta, ¿y sobre la base de qué planes se va a formar el numeroso equipo docente, para dirigir esa campaña de educación tan necesaria?
El magisterio es una de las profesiones más difíciles que se conoce, porque la condición básica fundamental para ejercerlo, es la vocación. No se puede improvisar ni darle entrada a las aulas escolares, a la necesidad inmediata, al interés de resolver problemas básicos y mucho menos al oportunismo. El autor de esta columna tiene la autoridad para hacer esa observación, porque ha dejado cuarenta y un años de su existencia, que es más de la mitad de su vida, en las aulas de nuestro país, desde la campaña de alfabetización iniciada en 1951, cuando en Montecristi en los bateyes de la Grenada Company, División Berlanga, de la United Fruit, Co., Walterio, Maguaca, Madre e Isabel, a los 15 años de edad, asumimos junto a otros jóvenes la noble y honradora misión de enseñar a leer y escribir, a una numerosa población de trabajadores agrícolas, y sus familias, integradas por hombres, mujeres, adolescentes y niños.
¡Cuidado, mucho cuidado!, prudencia, tan necesaria en una misión de tanta importancia para el futuro de nuestro pueblo. Estamos convencidos que no es necesario que salga la figura del Presidente de la República, de los miembros del gabinete y de los funcionarios de más categoría del escenario educativo, todos los días en los medios de comunicación escritos y televisivos. La primera página de todos los periódicos, en la República Dominicana pertenece al Primer Mandatario de la República así como a los espacios más importantes de la televisión y la radio. Estamos convencidos, que en política como decía Juan Bosch, El Maestro “lo que se hace hay que publicitarlo y decirlo” pero para ello no es necesario excederse. Estamos entrando en el proceso electoral a destiempo y los esfuerzos y las diligencias de las fuerzas externas, que gravitan sobre nuestro país, quieren que el PLD no siga gobernando la Nación. Prudencia, mucha prudencia, para que este proyecto educativo necesario, admirable, valiente, no termine siendo en el lenguaje del beisbol, “un batazo de foul, por el jardín izquierdo”.