Hablan los hechos

Cultivando Agua Buena

Paseo por una valiosa experiencia brasileña

Don Luis mejoró su salud cuidando el medioambiente

Don Luis Antonio Arruda, es un campesino Brasileño, en el estado de Paraná, que a sus 58 años, aprendió que cuidando el medioambiente puede obtener alta rentabilidad y llevar una vida saludable, libre de la lesiones que le provocaban las prácticas tradicionales de cultivo, que resultan altamente agresivas, no tan solo nuestro habitad, sino también a nuestro cuerpo.

Don Luis y su esposa doña Albertine Aparceida Madeira, han estado dedicados a las labores agrícolas desde muy temprana edad, hoy día son los padres de cuatro hijos, los cuales se dedican a diferentes actividades, ya fuera del hogar, por lo que las labores agrícolas de la hacienda Arruda, recaen sobre don Luis y Albertine; ellos realizan todas las labores de finca y sirven a los turistas que visitan la hacienda, los cuales degustan platos elaborados por doña Arbertine, con productos orgánicos que ellos producen, a la vez que recorren el lugar y reciben explicaciones de los métodos de producción sostenible, que ellos realizan.

Hace 13 años decidió creer en una iniciativa, Cultivando Agua Buena; en aquel momento sus labores agrícolas lo habían llevado a un deterioro de su salud, ya que tenía que estar en contacto permanente con agroquímicos y los recipientes que contenían los mismos, lo que le generó una serie de dolencias que afectaban su sistema respiratorio, la piel y su sistema inmunológico, disminuyendo sus capacidades productivas.

Cultivando Agua Buena, como programa de integración social, logro que don Luis Arruda asumiera los componentes del programa que eran aplicable a su finca, como parte de su método de sustento y del cumplimiento de su responsabilidad social con la protección del medio ambiente y el cuidado, con aprovechamiento sostenible, de los recursos naturales.

Trece años después de creer en esta iniciativa e iniciar el proceso, don Luis en su finca, de 5 hectáreas (80 tareas), cultiva unos 40 especies diferentes de frutas, vegetales, víveres y plantas medicinales, orgánicas, que le permiten vender insumos a la asociación de la zona (APROSMI) y transformar parte de ellos, para ser vendidos como comidas procesadas o encurtidos, a los turistas que visitan su hacienda.

En la actualidad don Luis no padece mas las afecciones que le generaban los agrotóxicos, construyo su casa con el apoyo del programa Cultivando Agua Buena y, junto a su esposa doña Albertine, generan recursos suficientes, alrededor de $1,500.00 dólares mensuales, como para poder llevar una vida prospera, saludable y ambientalmente sostenible.

últimas Noticias
Noticias Relacionadas