Humberto Almonte

Una intensa relación guardan los cineastas con la realidad colocada frente a sus lentes cuyo fruto es un género tan antiguo como el cine mismo: El documental.
Louis y Auguste Lumiere, los padres del cine, aplicaron a la reproducción de la cotidianidad de la época documentando en obras como La Sortie des Ouvriers des Usines Lumiére á Lyon Monplaisir “Salida de los Obreros de la Fábrica Lumiére en Lyon Monplaisir” y Llegada de un tren a la estación de la Ciotat -1895-, dando así inicio con el documental a la historia del cine.
En el caso de estos iniciadores, se trató de un mero registro sin otras intenciones que las de probar las virtudes del aparato como instrumento científico.
Los grandes documentalistas como Robert Flaherty, Dziga Vertov, Leni Riefenstahl, Santiago Álvarez, entre otros nos dejaron obras que diseccionan la realidad, las cuales a su vez, son un registro de época inestimable.
En nuestro caso, nos detendremos en dos obras que levantaron bastante controversia y ayudaron a su vez a fijar la atención en los temas que trataban, hablamos de Las Hurdes, Tierra Sin Pan (1932), Y Una Verdad Inconveniente (2006).
Las Hurdes, Tierra Sin Pan (1932), dirigido por Luis Buñuel, se inspira en un estudio de Maurice Legendre, Las Jurdes étude de Geographie Humaine (1927), retrata el atraso de esta región al norte de Extremadura, con una pobreza cercana a nuestro tercer mundo.
Buñuel denuncia aquí la miseria extrema de los hurdanos, donde faltaba todo y como dice el titulo en cuestión, se carecía hasta de pan.
Las protestas levantadas contra esta obra fueron tan fuertes, que se decreto su prohibición en España al igual que en Francia, argumentando la mala imagen del país, una muestra del poder expresivo de este género.
Existen señalamientos acerca de una reconstrucción de situaciones que vemos en el documental, pero que a nuestro juicio no afectan el valor de este, porque el propósito era denunciar la calamidad de los pobladores, cosa que se logró, tomando en cuenta que en mayor o menor medida intervenimos y transformamos la realidad de acuerdo a nuestra visión.
Una anécdota curiosa acerca de Tierra sin Pan nos la cuenta Buñuel, y es que fue producto de una promesa de Ramón Acín, de que si se sacaba la lotería le produciría la película, cosa que se produjo meses después, cumpliendo Acín con lo acordado.
Una Verdad Incómoda (An Inconvenient Truth), es un documental dirigido en 2006 por Denis Guggenheim y narrado por el ex-vicepresidente de EE UU Al Gore acerca de los efectos del calentamiento global, haciendo notar que la actividad de los seres humanos tiene mucho que ver con este fenómeno que afecta nuestro planeta.
Gore y el documental sostienen que la humanidad le causa a la tierra graves daños debido a su modo de vida, convirtiendo estas actividades en un sostenido ataque a los procesos climáticos, el llamado calentamiento global, todo esto sustentado en datos científicos.
En el vemos el retroceso de los glaciares y el aumento del dióxido de carbono en proporciones más altas que en los anteriores 650,000 años, entre otras situaciones que influyen en la actual situación climatológica mundial, y que Una Verdad Incómoda ilustra de manera clara.
Gore pone en evidencia la responsabilidad de Estados Unidos y los grandes países en la producción de contaminantes, al señalar, armado de un arsenal de datos y un discurso muy convincente de cara a su audiencia, que su país es responsable de 1/4 de las emisiones de gas carbónico, producto de sus grandes procesos industriales.
Este documental causó un ciclón mediático y político, con posiciones diametralmente opuestas, tanto de los creyentes del calentamiento global como de los escépticos, que argumentan que dicho calentamiento se debe a causas naturales.
Una Verdad Incómoda ganó en el 2007 dos Oscar, uno al mejor documental y otro a la mejor canción original, I Need to Wake Up, interpretada por Melissa Etheridge, Esto significó para Al Gore la obtención del premio Nobel de la Paz de ese año.
Lo que nos muestra estas dos piezas es el extraordinario poder de capturar la esencia de los problemas que tiene este género fílmico, el documental, llevando ese contenido a la pantalla y transmitiendo efectivamente los argumentos para lograr una amplificación adecuada.
Observar cuidadosamente la realidad, enmarcándola en la cuadricula de una cámara, exige paciencia, cualidad que debe poseer el documentalista, además de un ojo de águila que no deje escapar ningún detalle a su alrededor, y quizás la mas importante de todas las cualidades a la hora de abordar este trabajo, es una posición ética que respete de manera intransigente el contenido y las posiciones de los protagonistas, de los entrevistados.
El discurso del documental se enfoca en un fragmento de lo real para entablar un diálogo con el espectador, buscando una empatía racional y participativa, fin último de este género.