El ¨hell-hole¨, que se traduce como el hoyo del infierno, es el nombre con que es conocido el Metropolitan Correctional Center, recinto carcelario ubicado en la parte baja de Manhattan, donde están recluidos delincuentes considerados peligrosos, esperando juicio en la corte del Distrito Sur de la ciudad de Nueva York.
Esta es la cárcel donde Quirino Ernesto Paulino Castillo cumplió nueve años y dos meses de prisión, después de ser detenido en la República Dominicana en el mes de diciembre del 2004 y extraditado hacia los Estados Unidos por el delito de traficar toneladas de drogas hacia territorio norteamericano a principios del año 2005.
Para los que tengan dudas de la forma en que son tratados los prisioneros vamos a relatar lo que dijo su abogado en los Estados Unidos, Lawrence Ruggiero, para solicitar a la jueza Kimba Wood, la libertad por cumplimiento de la pena de su defendido.
Dice el abogado en su escrito lo siguiente: ¨el detenido pasó sus primeros dos meses de prisión en un infierno, ya que fue recluido en la llamada Unidad de Viviendas Especiales del Metropolitan Correctional Center, porque según las autoridades Quirino era un preso de alto perfil que podría constituir un peligro de fuga¨.
Y sigue diciendo: ¨Paulino Castillo estuvo encerrado en una celda de 7 pies cuadrados 23 horas diarias, en ese lugar había solo un colchón, un lavamanos y un inodoro que durante varios días carecía de agua¨.
¨Las luces se mantenían encendidas las 24 horas del día, los siete días de la semana, por lo que el prisionero no podía distinguir cuando era de noche y cuando de día, es decir estaba totalmente desorientado en cuando al tiempo. Solo podía bañarse dos veces por semana y la temperatura de la celda iba del frío congelante al calor sofocante¨.
¨Ademas los golpes recibidos le provocaron una infección en un oído, el cual no recibió tratamiento médico hasta muchos días después, por lo que perdió la audición en uno de sus oídos¨.
Para tener una idea de si estas son exageraciones de su abogado, vamos a traducir una parte de un artículo que fue publicado por el periódico estadounidense Daily News en el mes de marzo del año 2009, sobre las condiciones de reclusión de Bernie Madoff, el multimillonario culpable de la mayor estafa de la historia y que se encuentra recluido en la misma cárcel donde se encontraba Quirino.
Bajo el título: ¨El hoyo del infierno de Bernie Madoff: el planificador del esquema de Ponzi encerrado 23 horas con mala comida y pocos visitantes¨.
Y dice los siguiente: ¨El constructor de la estafa de Ponzi, Bernie Madoff, se encuentra detenido en el ala de máxima seguridad de la cárcel federal de Manhattan, una unidad tan dura que ha vuelto loco hasta a los peores criminales¨.
¨Mejor conocida como la 10 Sur. Esta unidad se encuentra en el décimo piso del Centro Correccional Metropolitano y ha dado albergue a los mafiosos mas duros de la ciudad y a los mas sangrientos terroristas¨.
¨En este lugar. Madoff, de 70 años, es tratado mas como una rata de laboratorio que como un inversionistas que en algún momento poseyó miles de millones de dólares para invertir en Wall Street¨.
¨Las luces están encendidas las 24 horas del día, todos los movimientos de los internos son seguidos atentamente por cámaras de video y Madoff solo tiene 60 minutos del día para salir al exterior siempre con las muñecas atadas con esposas¨.
¨Las ventanas están cerradas y oscurecidas, de modo que los internos están impedidos echar una simple mirada hacia fuera de la cárcel¨.
¨La comida es pasada por una abertura en la puerta de acero que está delante de las celdas, las cuáles son espantosamente frías en invierno y sofocantes en el verano¨.
¨No está permitida ninguna interacción entre los guardias y los internos. Solo a unos pocos oficiales de rango superior les esta permitido el trasladarlos de una celda a otra¨.
¨Las condiciones son tan duras que han hecho llorar a los mas brutales reclusos por la desesperación que causa el encierro¨.
¨Según las declaraciones de un abogado, este dijo que tuvo un cliente que degeneró en un comportamiento cercano a la locura, que tuvo que ser sacado de esta unidad y ser sometido a sedantes para calmarlo¨.
Es decir, lo que afirmamos es que por las condiciones en que fue encerrado el preso dominicano, su origen humilde (motoconchista y chofer de ambulancia), su bajo grado de escolaridad y el tiempo que duró como preso preventivo en esta cárcel de condiciones tan duras, lo normal es que tendrá problemas para readaptarse e insertarse en la sociedad, por lo que el soporte sicológico es fundamental y será un peligro para los que lo pusieron a decir las tonterías que precedieron su llegada al país.