Originalmente atribuida a Cervantes en El Quijote de la Mancha, pero en realidad apócrifa, la frase “nos ladran, señal de que cabalgamos”, nos viene muy bien para describir la situación que se le presenta al PLD en un momento en que su presidente, el doctor Leonel Fernández Reyna, quien por sus méritos ha sido elegido tres veces como Presidente Constitucional de la República Dominicana, es acusado nada más y nada menos que por un narcotraficante convicto y confeso que fue apresado precisamente en el inicio del segundo gobierno de Leonel y que fue extraditado para que pagara por sus crímenes.
Mi primera impresión de este caso fue preguntarme ¿cómo es posible que varios de los más importantes medios de comunicación del país destacaran, de la manera que lo han hecho, una acusación a todas luces falaz, proveniente de un criminal de la calaña de Quirino y dirigida contra un hombre que como Leonel Fernández ya está en la cumbre de la historia dominicana?
Obviamente, el lodo que se pretende echar a Leonel no está dirigido solo contra él sino contra todo el PLD, ya que además de ser Presidente y líder de dicha organización política, es el propio PLD quien lo ha escogido y llevado tres veces al solio presidencial. La lucha es electoral y si todas las encuestas serias dicen que el PLD es el partido político más admirado y con mayor simpatía del pueblo dominicano, la tarea de la oposición es destruirlo por los medios que sean.
La cuestión es esta: las simpatías del pueblo por el PLD indican que si las elecciones fueran hoy, dicha organización ganaría con cualquiera de los aspirantes a la candidatura presidencial. Pero si fuera el caso de que el Presidente de la República, el compañero Danilo Medina, pudiera ser candidato, o que el candidato lo sea el compañero Leonel Fernández, entonces de lo que estamos hablando es de una “pela de calzón quitao”.
¿Y de dónde le viene toda esa simpatía al PLD? Le viene en primer lugar de su origen y formación por nuestro padre político, el Prof. Juan Bosch, ese que en términos morales y éticos no se equivocó nunca. La gente sabe que la mayoría de los que se formaron a la luz de los valores y principios políticos enseñados por Bosch, están en el Partido y no se irán a ninguna otra parte. Yo entre ellos. Por el contrario, estamos al acecho, vigilantes, y somos un valladar contra todo aquel que los transgreda.
En Segundo lugar, esa simpatía le viene al PLD porque el pueblo sabe que en la oposición y en el gobierno el PLD ha sido un Partido responsable, que ha sabido usar los derechos democráticos para su desarrollo como organización política y desde el gobierno ha sabido usarlos para el crecimiento y desarrollo en todos los órdenes del pueblo dominicano. Muchos no lo reconocen, porque además de la mezquindad propia de la política, también hay seres humanos que asumen como estrategia de vida el “vaso medio vacío”. Dicen siempre que “todo está mal” y en cualquier circunstancia se “tiran a muertos”. Pero quien tenga ojos para ver que vea.
Por ejemplo, a pesar de que somos uno de los países de América Latina con mayor índice de calles y carreteras por kilómetro cuadrado y habitante, es un hecho cierto que ya es un gran problema desplazarse por las principales ciudades del país debido a la cantidad de vehículos circulando todo el tiempo. ¿A qué se debe esto? Se debe al crecimiento de la clase media, esa pequeña burguesía de que hablaba Bosch en sus tres capas (alta, media y baja), ha dado un salto cualitativo en sus ingresos que le ha permitido adquirir medios de transporte y vivienda. ¿O no vemos como crecen las ciudades?
Y no solo son calles y carreteras, avenidas y circunvalaciones, puentes, elevados, pasos a desnivel e incluso el Metro. Sí, parece increíble ¡un Metro!, el primero en El Caribe. También escuelas, hospitales y atención desde el gobierno a las micro, pequeñas y medianas empresas. Nuevos renglones agrícolas de exportación han surgido con fuerza (vegetales, frutas, bananos) y a pesar del crecimiento poblacional y de la demanda, la mayor parte de los alimentos que consume el pueblo dominicano son producidos localmente. Siempre faltará mucho por hacer, pero el pueblo está feliz con el 9-11 dominicano y los pasos hacia un pacto en el sistema educativo apoyado en el 4% indican un futuro prometedor.
La economía y la confianza crecen y no lo digo yo. “Las cifras de crecimiento de la economía nacional son tan altas que muestran un agigantamiento de la base productiva nacional que nadie podía imaginar cuarenta años atrás”. “El país tiene además un sector comercial muy competitivo y confiado en la continuación del crecimiento económico, que expresa esa confianza en la construcción de grandes centros comerciales, como no los hay en ningún otro país del Caribe”. “El desarrollo turístico ha sido rápido e impresionante, y ha pasado a ser uno de los motores principales de la economía dominicana” (Del libro “El Gran Cambio: La Transformación Social y Económica de la República Dominicana”, de la autoría del Frank Moya Pons).
Entonces sí que cabalgamos y no hay dudas que el mejor jinete es el PLD, lo dicen claramente las huellas que quedan a su paso. Y por eso “nos ladran Sancho” no solo tratando de cerrarle el paso al regreso de Leonel, sino de tumbar del caballo al partido de la bandera morada y la estrella amarilla. Pero no podrán romper la unidad partidaria del PLD. Y esto sí lo digo yo (pac).