La participación del presidente Danilo Medina en la VII Cumbre de las Américas, con la presencia de los presidentes de las Américas, incluidos los Jefes de Estado de los Estados Unidos de América, Barack Obama y de Cuba, Raúl Castro, tiene mucha significación para la región. Desde que arribó a Panamá, cumplió una agenda que le brindó al presidente dominicano la oportunidad de expresar sus ideas en ese auditorio. En el Foro Empresarial que se desarrolló en el marco de la VII Cumbre, sostuvo que uno de los aspectos más beneficiosos en la participación de la cadena de valor del comercio actual es el potencial para la internacionalización de las Pymes, ya sea como exportadoras directas o indirectas.
Partiendo de ese punto de vista, abogó por la internacionalización de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) y proclamó que juntos, empresarios y gobiernos pueden hacer realidad el sueño de una América en paz. Cree las alianzas entre el sector público y el privado son la mejor forma de abordar los retos y oportunidades de nuestros países, porque si estos sectores se ponen de acuerdo la internacionalización de las Pymes tendría éxito.
Tomó como marco de referencia el estudio de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL): “Integración regional, hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas“, y llamó la atención de que este fenómeno ha sido posible gracias a la progresiva disminución de las barreras al comercio y a la Inversión Extranjera Directa, la reducción de los costos de transporte y los adelantos en las Tecnologías de la Información.
Dejó claro que para lograr el objetivo “hay que romper con el círculo vicioso que condiciona y limita la internacionalización de las pymes”. Destacó que en la región las pequeñas empresas exportadoras presentan una menor productividad y una mayor informalidad que las empresas del mismo tipo en los países desarrollados, y que su acceso al crédito suele ser más dificultoso. “Además, disponen de una menor capacidad para cumplir con los requerimientos aplicados en sus mercados de destino. Citó como ejemplo, normas técnicas, de calidad, sanitarias, fitosanitarias y ambientales”. Y por esto las Pymes regionales suelen enfrentar grandes dificultades para exportar, en fuerte contraste con lo que ocurre en las economías industrializadas.
El presidente Medina piensa que “estamos ante una gran oportunidad. Porque la dinámica de las cadenas de valor implica que muchas actividades antes radicadas en un solo país se trasladan a diferentes localizaciones por todo el mundo”. Y las grandes empresas cada vez externalizan más procesos productivos a Pymes especializadas. A su juicio, “Para ello, es fundamental reducir las brechas de productividad, incorporando tecnología, innovaciones y conocimiento a los productos, así como impulsar mejoras en la gestión”.
Para alcanzar el objetivo se requiere de una política industrial activa orientada a sus necesidades, por lo que entiende empresarios y gobiernos de la región tienen un espacio privilegiado para la cooperación, poniendo en contacto empresas multinacionales con Pymes y ayudando a que las Pequeñas y Medianas Empresas estén a la altura de las expectativas de sus potenciales clientes. “Estos esfuerzos deberían dirigirse, tanto a las empresas con potencial para vender sus servicios a otras empresas exportadoras en el país, como a aquellas que tienen potencial para comercializar sus servicios en los mercados extranjeros”. Las ideas del presidente dominicano fueron recibidas con alto interés, pues constituyen un aporte que enriquece a la agenda de los países de la región.
En la reunión con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, le dejó claro que República Dominicana, tiene la decisión de ordenar y regularizar la migración. Lo hizo cuando el funcionario mostró preocupación y preguntó qué pasará después del 15 de junio con los extranjeros en situación migratoria irregular. El presidente Medina le explicó todo el proceso agotado y el interés de República Dominicana en ordenar y regularizar la presencia de extranjeros en el territorio nacional. Explicó que todos deben hacerlo para cumplir con el ordenamiento jurídico y garantizar el respeto a los derechos, no solo de nuestros ciudadanos, sino además de los extranjeros.
Le recordó al señor Ban Ki-moon que “República Dominicana ha hecho todo lo humanamente posible para garantizar los derechos de los extranjeros en situación migratoria irregular en el territorio nacional”, y refirió que ya se han votado dos leyes y que no puede dar más prórrogas. Consideró que la comunidad internacional tiene que entender que República Dominicana es un pueblo pobre y no puede asumir dos pueblos pobres. Reiteró su criterio de que la comunidad internacional no puede pedirle a República Dominicana lo que no pide a los demás. Y debe hacer todos los esfuerzos para que al 15 de junio Haití haya dotado de la documentación necesaria a todos sus nacionales. Y aseguró que después del 15 de junio el gobierno dominicano actuará con la prudencia y humanidad que le caracteriza al aplicar la ley.
La posición del presidente Medina reafirma la confianza que ha depositado el pueblo dominicano en su persona para que dirija la Administración del Estado dominicano. En la VII Cumbre de las Américas, en Panamá, tocó temas trascendentes que motivan a escribir otros editoriales como la forma de afrontar el narcotráfico y, su confianza en la fuerza del diálogo.