6 de la mañana. Tomando una taza de café, me asomo a la ventana, la observo, la disfruto, mi ciudad. Me invade una duda: ¿Prefiero caminar o conducir en ella? Pero, ¡Un momento! Sus calles y espacios públicos, ¿Me permiten desear hacer una o la otra? La respuesta a mí misma fue: No.
Ante tal respuesta, pienso: “Tenemos parques, plazas, grandes y pequeñas vías, sin embargo, hacemos uso incorrecto de ellos.” Factores como el desempleo y el comercio han afectado nuestro comportamiento en la ciudad.
Si bien es cierto que el comercio ha evolucionado siendo éste parte del desarrollo de la ciudad, no nos hemos adaptado de la forma correcta. La venta y prestación de servicios ambulantes, en varias ocasiones, se ha robado el protagonismo en los grandes debates sociales y políticos.
Se ha evidenciado a través del tiempo que ha sido y seguirá siendo tema de preocupación. El problema está en la “Disgregación” de esta práctica. La apropiación de los espacios públicos y las vías por parte de quienes ejercen esta forma de trabajo ha sido desorganizada y sin regulación alguna.
Desde el punto de vista del Diseño urbano y haciendo uso del concepto de “Imagen urbana”, donde se pretende diseñar y/o mantener la ciudad bajo un orden lógico y funcional, conservando los factores estéticos de la misma; Deben considerarse estrategias de mejora urbana ante la situación actual.
Estas mejoras podrían estar amarradas a la creación o delimitación de vías comerciales tanto peatonales como vehiculares, pudiendo conformarse una gran red comercial para la ciudad así como el diseño de plazas abiertas para el uso comercial donde estos vendedores ambulantes puedan prestar sus servicios de manera organizada.
Cabe resaltar que mientras el sistema comercial continúe su evolución, la ocupación informal de las vías incrementará pues surge variedad en los productos y servicios a comercializar.
Entretanto, termino mi taza de café y contemplo como el sol va dejando ver en cada esquina, cada plaza, cada parque, cada calle, a aquellos que nos dan la bienvenida una vez salimos a pasear por la gran ciudad.