Hablan los hechos

La República de Bolivar, posteriormente Bolivia, se independizó de España en 1825 un año después de la derrota de las tropas realistas en la batalla de Ayacucho enfrentadas al ejercito del Libertador Simón Bolivar.

Toda la historia de este país está relacionada con la extracción minera, pues desde sus inicios el Alto Perú, como era conocida por los españoles, vinculaba su existencia al yacimiento minero de Potosí, rico en plata, en cuyo alrededores vivían alrededor de 150 mil almas en el siglo XVII, lo que constituía en asentamiento humano más grande de toda América del Sur.

Esto se vincula a la explotación de la mano de obra esclava de los pueblos indígenas que habitaban esta región a la llegada de los colonizadores, lo que hasta el día de hoy marca las diferencias políticas y de clase de los diversos grupos que componen la sociedad boliviana que incluso se manifiestan en los planteamientos de secesión de su territorio.

Nacimiento entre el caos y la miseria

No era la intención de Bolivar permitir la creación de un nuevo estado en el Alto Perú, sin embargo ante la posibilidad de que el Perú se convirtiera en un estado que compitiera en extensión con la Gran Colombia, llegó a un acuerdo con Sucre para que la antigua audiencia de Las Charcas fuera el esquema sobre el que se fundara el nuevo país.

Para esos años, segunda y tercera décadas del siglo XIX, este territorio había sufrido la disminución de la producción en las minas de plata y por lo tanto había perdido gran parte de su importancia y desarrollo económico.

Arrasada su economia por la guerra de independencia y en medio de una depresión el primer gobierno de Bolivia encabezado por el General Antonio José de Sucre, toma medidas para intentar echar a andar el país, que sin embargo es amenazado por dos fenómenos que serán claves en su historia: la relación con sus vecinos y la inestabilidad política crónica.

Sucre es depuesto por una revolución, Bolivia tiene el récord de revoluciones de America, en 1829 y sustituido por el General Andrés de Santa Cruz, quien es el que inicia la organización del estado y, sobretodo, logra una alianza con el Perú formando la Confederación Perú-Bolivia, lo que trajo como consecuencia un periodo de avance económico e institucional del país.

Sin embargo, comienzan a sucederse una tras otras las invasiones y enfrentamientos entre los bolivianos y sus vecinos, primero con Chile y Argentina, que temerosos de la Confederación Perú-Bolivia, declaran la guerra y vencen haciendo que Santa Cruz renuncie del gobierno y se disuelva el pacto.

Posterior a esto el país entra en el caos al enfrentarse internamente los que planteaban asimilarse al Perú y los contrarios a esta posición, lo que termina en una guerra civil con participación del ejercito del Perú en 1841.

Territorios por recursos económicos

Lo cierto es que el deterioro de la economía, las guerras internas, la fragmentación del territorio, la falta de cohesión social y la diversidad sobre la que se fundamentó el nuevo estado, hizo que durante todo el siglo XIX, Bolivia sufriera de perdidas importantes de su territorio original.

A pesar de que mas de la mitad de la tierra que constituía la Bolivia original ha quedado en manos de Argentina, Perú, Brasil y Chile, sin dudas la pérdida mas importante, y que al día de hoy mantiene un conflicto con su vecino chileno, fue la Guerra del Pacífico, donde se convierte en un país mediterráneo al perder la salida al mar.

Todo tiene su origen en un tema económico, ya que al no tener recursos para la explotación de nuevos yacimientos minerales y las minas de salitre ubicadas en la región de Antofagasta, Bolivia debe dar concesiones a inversores extranjeros que explotan y exportan las materias primas y los metales de la tierra del país.

Al intentar imponer el gobierno boliviano un impuesto a los concesionarios, que incluía capitalistas chilenos, estos protestaron y plantearon que violaban sus contratos, por lo que Chile, decidió enviar tropas a la región con la excusa de proteger a sus ciudadanos.

En 1879 se declaró la Guerra del Pacífico, donde participaron Chile, Perú y Bolivia, cuyo resultado fue la perdida del territorio boliviano que le daba acceso al océano, situación que se mantiene hasta el día de hoy.

La pérdida de los ricos territorios salineros de parte del Perú y Bolivia al finalizar el conflicto, conllevó a que este último país perdiera la capacidad de tener puertos para exportar sus productos e influyó decididamente en la construcción posterior de uno de las naciones mas pobres y aisladas del continente.

Los partidos políticos oligárquicos (1880-1932)

La derrota en la Guerra del Pacífico abrió las puertas definitivamente a décadas de autoritarismo con participación de los militares en el manejo del estado boliviano, a partir de 1880, cuando termina el conflicto, las riendas del poder la asume la clase de propietarios y adinerados que inaugura la llamada era del estado oligárquico.

Desde Santacruz hasta que Campero inicia la etapa de la oligarquía en el poder, se suceden catorce presidentes distintos la mayoría de los cuáles surgen de los cuarteles, con este último se inicia la etapa de organización de los partidos políticos y la participación electoral.

Siguiendo la tradición latinoamericana los políticos se dividieron entre liberales y conservadores, siendo los primeros los que sostenían la mayor parte del debate y eran los portadores de la mayor cantidad de propuestas para modificar en parte la sociedad boliviana.

Especificamente los liberales abjuraban de la violencia revolucionaria caudillesca que hasta ese momento caracterizaba la vida política del país, ademas pregonaban la soberanía popular a través del ejercicio del sufragio, el orden y la propiedad privada, así como también la tesis del liberalismo de un estado pequeño para asegurar el progreso.

Como reacción a estas ideas planteadas por Camacho, el creador del Partido Liberal, surge la fuerza que está en contra de todo lo que este propone y se alían en el Partido Conservador, ahora, eran muy pocas las diferencias entre un partido y otro porque ambos representaban a los propietarios y oligarcas del país.

Solo diferían en tres aspectos principales: primero el interés personal pues cada partido tenía su caudillo que giraba alrededor de sus aspiraciones de ejercer el poder, segundo los intereses de grupos económicos, al final los conservadores se hicieron fuertes con los comerciantes y productores de la plata en el sur y los liberales los intereses de los productores de estaño en el norte.

Y en tercer y último lugar diferían en el tema religioso, los conservadores se declaraban católicos, eran opuestos al matrimonio civil y a la libertad religiosa, mientras los liberales se alineaban con las ideas de la masonería, por lo que eran frecuentemente acusados de ser ateos.

Sistema electoral en la república oligarquíca

¿Por qué se le llama a esta etapa la república oligárquica? pues porque aunque se efectuaban elecciones entre los distintos partidos políticos, el sistema electoral era altamente excluyente.

Solo podían participar como electores los que eran portadores del llamado voto calificado, es decir, los que cumplían con una serie de requisitos que discriminaban a la mayoría de la población.

Para votar en las elecciones, desde 1880 hasta 1932 en Bolivia, se necesita ser hombre, alfabetizado, tener una propiedad cuyo valor mínimo era de 12,000 pesos y tener una renta mínima de 1,000 pesos.

Ademas, como la inmensa mayoría de la población vivía en la zona rural, no participaba de los procesos electorales ya que estos se celebraban en la zona urbana compuesta de villas y caseríos, excluyendo en la practica al 90% de la población.

Este estado de cosas se prolongó durante todo el final del siglo XIX y principios del siglo XX, con la economía siempre vinculada a la producción de las minas de plata y de estaño, este último bien se convirtió en el principal producto de exportación del país.

Ni hablar de que la población indígena podía participar de la vida política de Bolivia, ya que estos eran considerados seres inferiores y salvajes, que en muchos casos, como en 1892, fueron exterminados en masa por los blancos descendientes de españoles.

Fin del modelo liberal (La guerra del Chaco)

Este sistema altamente excluyente se mantuvo durante más de cincuenta años, hasta que una serie de factores se unieron a principios de los años treinta para producir un cambio fundamental en las relaciones del poder político en el país.

En Bolivia se había desarrollado un modelo pre-capitalista donde mas del 50% de la población, constituída por indigenas de las etnias quechuas y aimaras.

Este modelo se basaba en el latifundio, una estructura agraria atrasada, la explotación minera con trabajo rayando en la esclavitud y toda una serie de males estructurales que hicieron explosión en la denominada guerra del Chaco que enfrentó a Bolivia con Paraguay.

La realidad boliviana al inicio de la guerra en 1932 era de una terrible desigualdad social y ausencia de cohesión como nación, existían 2.5 millones de personas para un territorio de 1.5 millones de kilómetros cuadrados, el 80% de la población vivía en el área rural y alrededor de las ciudades de la región andina.

La Paz, capital del país, solo tenía una población de 100,000 habitantes y otras ciudades como Cochabamba, Oruro, Potosí y Santa Cruz, apenas superaban las 25,000 personas.

El 70% de todas las exportaciones la representaba el estaño y, a pesar de que el 80% de la población vivía en el campo, el país necesitaba importar gran parte de los alimentos que consumía, ya que no se auto-abastecía por el atraso que caracterizaba la producción agrícola.

El saldo de la guerra fue negativo para Bolivia, la que ademas de perder territorios fronterizos con Paraguay, tuvo mas de 50,000 muertos en combate y un costo económico que superó los 250 millones de dólares.

Con el economía devastada y la derrota militar, el estado oligárquico se tambaleaba a pesar de que los partidos tradicionales intentaron sobrevivir después de la firma del armisticio en 1935.

Crisis de los partidos tradicionales

La hegemonia del modelo implementado por los partidos conservador y liberal, con una democracia muy limitada y la exclusión de la mayoría de la población en las decisiones del estado boliviano, entró en crisis después de la derrota militar en la guerra del Chaco.

Tres grandes corrientes de pensamiento iniciaron su ascenso dentro de la sociedad del país: el marxismo, el fascismo y una fuerte corriente nacionalista, que a la postre se imponía a las otras dos.

La guerra trajo como consecuencia el inicio de reclamos de sustitución de la vieja clase política, que aunque haya traído estabilidad política a la nación, mantenía sumida en el atraso y la miseria a la mayoría de la población.

Es por eso que la dicotomía artificial que perduró durante 50 años entre conservadores y liberales, fue sustituida por la discusión entre liberalismo y estatismo, todo dentro de un estado de inestabilidad política ya que la guerra abrió las puertas de nuevo a los militares a la intervención política.

Este periodo de inestabilidad puede demostrarse fácilmente contando la cantidad de gobiernos en la época del estado oligárquico (1880-1936) cuando hubo 19 gobiernos con un promedio de duración de tres años y medio cada uno y lo ocurrido en los 16 años que van desde 1936 hasta 1952, cuando se suceden 10 gobiernos, es decir un promedio de un año y medio.

Todo esto en el marco de una guerra mundial, que tuvo como resultado mas de 60 millones de muertos, y grandes cambios y discusiones ideológicas en todo el mundo que culminaron con la creación de dos bloques alineados con los Estados Unidos o la Unión Soviética.

En esta etapa, en América Latina se desarrollaban movimientos nacionalistas importantes, algunos de ellos con tinte autoritario, por ejemplo el peronismo en Argentina, el Aprismo en el Perú y Getulio Vargas en Brasil, algunos influenciados por el marxismo, el indigenismo o el fascismo.

La revolución nacionalista (1952)

Después de revoluciones y contra revoluciones, gobiernos militares y elecciones frustradas, en 1952 Bolivia era un estado semi feudal, al decir de muchos un enorme campamento minero establecido sobre una sociedad agraria con enorme exclusión social.

Tres familias poseían las minas de estaño del país, que eran explotadas en asociación con el capital extranjero, en términos neo-coloniales y el resto del país era propiedad de un grupo muy pequeño de terratenientes de los cuales dependía la mayoría de la población.

No existía clase media y ni hablar de participación de alguna clase de parte de la mayoría de la población quechua y amara.

Tres partidos se desarrollan en este periodo: la Falange Socialista Boliviana de ideología fascista, el PIR marxista y el mas importante, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), los que luchan por alcanzar el poder.

En una país semi-colonial y per-capitalista las ideas nacionalistas, alejadas del marxismo y el fascismo, son las que se adaptan a las necesidades de los bolivianos, por lo que el MNR y sus planteamientos nacionalistas son los que ganan adeptos rápidamente.

A pesar de que en 1951 se mantenía el antiguo sistema electoral, donde solo los alfabetizados, hombres, propietarios y rentistas tenían derecho a voto, el MNR encabezado por Victor Paz Estenssoro y Siles Suazo le ganaron las elecciones al oficialismo que representaba al tradicionalismo.

El inicio del Estado Nacional Boliviano

Después de perder las elecciones, el oficialismo se negó a entregar el poder, influenciado por las tres familias dueñas del estaño y los grandes latifundistas, quienes temían a los planteamientos revolucionarios y nacionalistas del MNR.

Antes bien, el presidente saliente deja el poder en manos de las fuerzas armadas, las cuáles son enfrentadas por las masas populares y finalmente derrotadas abriendo el camino a la presidencia a Victor Paz Estensoro, quien desde la óptica del nacionalismo se propone construir el primer proyecto nacional del país.

Un territorio aislado, con poca o ninguna cohesión social, 80% de analfabetismo, 70% de población rural, sin comunicación vial entre oriente y occidente, con el segundo ingreso per-cápita mas bajo de las Américas, es lo que hereda el MNR.

Resulta imposible entender al estado boliviano de hoy sin analizar las repercusiones del gobierno del MNR, ya que se produjo un cambio total en las relaciones de producción y la construcción de una clase media que daría significado a este país por primera vez en su historia.

La pequeña cantidad de oligarcas que había dominado la politica boliviana fueron desplazados por la revolución de 1952, cuando por primera vez en su historia se reconoció el derecho a voto universal, los latifundios fueron expropiados, también las minas se nacionalizaron y se permitió la sindicalización de los obreros.

Se crearon las primeras industrias, se desarrolló la banca y la intermediación financiera, la clase burguesa comenzó a delinear una fisonomía para identificar y defender sus intereses de clase; en el campo los campesinos fueron asimilados por primera vez con derechos a los procesos de producción, es decir, una verdadera revolución que llevó al país al siglo XX.

El MNR, que llevó como candidato a Hernán Siles Suazo en las primeras elecciones con voto universal en 1956, ganó esa consulta electoral con mas del 80% de los votos, lo que da una idea de la popularidad de este partido para esos años.

La división del MNR y la vuelta al poder de los militares

Los gobiernos del MNR se prolongaron hasta 1964, cuando se produjo una profunda división entre las filas del partido, y después de un segundo periodo de gobierno de Paz Estenssoro.

Al plantearse la reelección para las elecciones de 1963, Paz Estensssoro encontró una fuerte oposición dentro de su partido, del cual se desprendió Siles Suazo, quien creo su propio movimiento lo que llevó al primero a ofrecer la vicepresidencia al General René Barrientos, que simbolizaba ya la influencia que tenían los militares en la política de Bolivia.

Al final volverían los militares al poder, fruto de la confrontación entre los miembros del partido gobernante y los que habían participado en el proceso que se inició con la revolución nacionalista de 1952.

Al salir al exilio, Paz Estenssoro dejaba una Bolivia diferente, aunque trunca en muchos aspectos del desarrollo social e institucional que se había trazado con la revolución; la burguesía nacional todavía no era una realidad, aunque el 50% de la población estaba integrada a la producción a través de la reforma agraria y todos los bolivianos podían participar del proceso político por la universalidad del voto.

La economia se había diversificado, a tal punto se se creó un polo económico en el occidente, específicamente en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que ya era una alternativa al hasta entonces exclusivo desarrollo de la región andina.

Sin embargo, la economía seguía siendo dependiente especialmente de la explotación minera y no se había podido desarrollar la industria, lo que sería determinante en el deterioro y la crisis económica que afectaría al país en la década de los 80.

Los gobiernos militares (1964-1982)

Los gobiernos militares que siguieron a los periodos hegemónicos del MNR, casi todos tienen el sello del nacionalismo y de continuar con las ideas del movimiento iniciado en 1952 por los ideólogos del partido desalojado del poder por la fuerza de las armas.

En esos años, la receta que se planteaba como eje del desarrollo económico, era la sustitución de las importaciones, lo que era un imposible en Bolivia.

Este país no pudo industrializarse por dos razones principales, el primer lugar por la escasa población y la dispersión de los consumidores y en segundo lugar por un escaso ahorro interno, que impedía la creación de fuentes de financiamiento para las industrias, que a fin de cuentas no eran rentables.

El desarrollo agrícola no fue suficiente para cambiar de forma dramática la calidad de vida de los bolivianos y tampoco las industrias se desarrollaron con la velocidad adecuada.

Después de la revolución cubana, la fiebre comunista se esparció por el continente, Bolivia no fue la excepción, la respuesta de los Estados Unidos para el territorio que consideraban su patio trasero, fue la implementación de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional, que incluía el fortalecimiento de los gobiernos militares y la represión interna.

En este periodo de 1952 a 1982, cuando hay una vuelta a la democracia, Bolivia solo tiene presidentes civiles por un periodo de 1 año y tres meses, el resto fueron presidentes militares, que se sucedían en el poder dependiendo de la influencia que tenían en las fuerzas armadas.

La primera democracia real, las coaliciones

El inicio de una democracia participativa y plural en Bolivia puede fecharse en las elecciones de 1982, hasta ese momento, en toda su historia, todos los gobiernos habían sido de partido único, los que de un modo u otro habían coartado muchos de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Las coaliciones electorales, después de la larga dictadura, produjo en el país la apertura a una era de consensos y acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas, sin precedentes en la política boliviana.

Esto a su vez permitió una sucesión de presidentes constitucionales fruto de acuerdos ínter-partidarios a los que se llegaba en el parlamento, que fue quien decidió todos los gobiernos del país entre 1982 y el 2002, pues no existía una fuerza hegemónica.

Se había creado una democracia con gobiernos pluripartidarios, lo que como sucedió en otros países latinoamericanos, trajo un espacio de estabilidad en un país social y económicamente atrasado en relación a sus vecinos.

En 1982 fue electo Hernán Siles Suazo por la alianza del MNRI-UDP, en 1985 Victor Paz Estenssoro del MNR, en 1989 a Jaime Paz de la ADN-MIR, en 1993 a Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR y en 1997 a Hugo Banzer de la UDN.

Crisis política y crisis económica

La existencia de coaliciones de gobierno produjo en Bolivia estabilidad política y una fuerte expansión económica durante un periodo de veinte años.

Ante la imposibilidad de obtener el 50% mas un voto para gobernar en solitario, los partidos tenían la necesidad buscar acuerdos para el co-gobierno y la co-habitación tanto en el parlamento como en el ejecutivo.

El primer acuerdo denominado Pacto por la Democracia, produjo la rotación de los gobiernos entre tres partidos (MIR; UDP y MNR) durante 18 años consecutivos, lo que a su vez produjo la creación de una casta gobernante que desnaturalizó el proceso político creando una casta política marcada por la corrupción y el clientelismo.

La economía del país sufrió una dura recesión a la entrada del siglo XXI y la estabilidad política se perdió al tiempo que se deterioraban las condiciones en que se desenvolvían los bolivianos en su vida diaria.

A pesar de algunos avances en las tasas de alfabetización, mortalidad infantil, mortalidad materna, y otras, el país estaba en el último lugar en el ingreso per-cápita en toda America del Sur y tenía a su vez las mas cifras de pobreza y pobreza extrema en el sub-continente.

Todo esto trajo como consecuencia una crisis del modelo, donde los políticos tradicionales que habían dominado el país desde 1952, fueron sustituidos por movimientos indigenistas y populistas que sintonizaban con las ansias de una nación que necesitaba progresar rápidamente para no quedar atrás en relación al resto de sus vecinos sudamericanos.

Movimiento indigenistas

Ante el descrédito de la clase política tradicional, surge de los duros enfrentamientos de los cocaleros con el estado, el liderazgo de Felipe Quispe y Evo Morales, quienes encabezan un mayoritario movimiento indigenista que lleva a este ultimo al poder en Bolivia.

En el 2004, los viejos partidos del sistema llegaban a las elecciones con serios problemas internos y víctimas de sus propias contradicciones, Evo Morales representado al MAS ganó las elecciones con cerca del 60% del voto popular y por primera vez un descendiente indígena llegaba a la presidencia del país.

Morales inició una política de nacionalización que logró amplio apoyo popular, a pesar de que en un principio produjo fuertes tensiones con Brasil, que poseía intereses importantes en la producción del gas boliviano.

A pesar de que subsiste un enfrentamiento entre la región andina, lugar de donde es originario el presidente del Bolivia, y el occidente, donde se encuentran los industriales y comerciantes de la ciudad de Santa Cruz, Morales ganó dos veces mas las elecciones, lo que le garantiza seguir en el poder hasta el año 2020.

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