Vivir en un lugar donde pueda disfrutarse del medio ambiente que nos rodea, de los parques para compartir en familia, amigos e inclusive reuniones para labores comunitarias o profesionales. Tener a tu disposición los servicios necesarios para subsistir en esa comunidad como agua potable o electricidad así como los espacios para la realización de actividades deportivas y educativas; ¿Suena bien? ¿Lo imaginas?
No parece tan difícil. Y mejor aún, aunque pareciera increíble, éstos son factores que inciden directamente en la seguridad ciudadana. ¿Cómo? ¿Por qué?
En la actualidad son muy pocas las ciudades compuestas por comunidades caracterizadas por estas condiciones. Y sí, nuestro país cuenta con parques, servicios básicos y zonas para desarrollar actividades educacionales y deportes. Sin embargo, estos espacios están dispersos y mal administrados.
¿Podríamos mejorar lo que ya tenemos, sería posible tener una ciudad segura desde el punto de vista del diseño urbano? Analicemos lo siguiente:
Si hiciéramos un proyecto de planificación urbana para una ciudad segura, ¿cómo lo abordaríamos? Lo más importante sería determinar las comunidades más afectadas por la criminalidad, valiéndonos de encuestas,, en nuestro caso los barrios que han sido objeto de esta práctica. Una vez identificados, se hace una mejora de los servicios de estas zonas (una persona que no cuenta con los servicios básicos calificados, debe salir a otros lugares a buscarlos, lo que aumenta las posibilidades de sufrir accidentes, atracos, etc.).
Como paso siguiente, inclusión de espacios abiertos destinados al deporte (el deporte es una herramienta que mantiene a los jóvenes y adultos en forma y permite que ocupen su tiempo libre en esta práctica disminuyendo las probabilidades de que se dediquen a actividades delictivas.) Si los espacios para esta actividad son abiertos, la incidencia en delitos es menor, ya que habrá más personas con acceso al agresor.
Es por esto que es importante el fomentar las plazas o plazoletas abiertas y parques en las comunidades, permitiendo la convivencia de las personas del lugar. Es también importante, el uso de las señalizaciones urbanas tales como indicaciones de zonas escolares, hospitales, policía, cruces de las calles, etc. Esto influye directamente en el comportamiento del individuo.
El diseño del mobiliario urbano es un elemento indispensable en la creación de una ciudad segura, ya que lleva indirectamente a los ciudadanos a hacer el uso correcto de los espacios y si estos mobiliarios se diseñan para servir de refugios ante eventualidades (cabinas telefónicas con cerradura interior, paradas con botones para emitir alarmas ante un atraco, etc.), daríamos un gran paso.
No podemos dejar de lado la iluminación de las calles y parques (una zona oscura produce aislamiento de espacios y este a su vez, incrementa la formación de grupos delictivos y por consiguiente, aumenta la inseguridad en el ciudadano.
Todos estos detalles vistos desde el diseño urbano parecen mínimos pero el impacto en la ciudad, es gigantesco.