Opinión

La escogencia y presentación del Comando Nacional de Campaña de la candidatura del aspirante presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, a la población dominicana para las próximas elecciones del 15 mayo revelan varios elementos fundamentales.

Primero, partiendo de la composición y las caras a las cuales se le han dado responsabilidades y tareas es un claro indicador de que en esa organización política se ha logrado una alta dosis de cohesión y compromiso para que el candidato presidencial Danilo medina gane las elecciones. Es innegable.

Segundo, con el reparto de las funciones y responsabilidades a cada uno de sus dirigentes fundamentales en diferentes puntos del territorio nacional es una clara señal de que el partido de la estrella amarilla, aunque sea a regañadientes, logra transmitir un sentimiento de unidad hacia lo interno que repercutirá de manera positiva en el electorado externo.

Y tercero, que las mujeres y los hombres del pele deísmo a los cuales le han sido encomendadas las tareas políticas y proselitistas son cuatros genuinos del pld que en su mayoría ocupan posiciones de Estado en el actual gobierno.

Ahora bien, mirando esa realidad he comenzado a reflexionar ¿cómo es posible entonces que muchos desorejados y enemigos históricos del partido fundado por profesor juan Bosch, denuncien y condenen luego a la hora de conformar un gabinete gubernamental que esas mismas caras que cogieron “cajeta” en calles y carreteras del país para lograr el triunfo de su organización ala hora de la victoria se queden fuera de la administración pública?

¿No es un absurdo de marca mayor, pretender que un colectivo que se tire encima los rigores de una campaña política al estilo nuestro y este sol caribeño luego no sean colocados en los ministerios, direcciones generales, el servicio exterior y otras instancias estatales y en cambio, sean designadas a personas ajenas a ese partido o que no se la jugaron por su triunfo?..

Estas reflexiones las hago porque con frecuencia escucho salir de labios irresponsables que el pele deísmo gobernante ha mantenido en sus puestos a las mismas figuras partidarias durante sus más de 10 años de ejercicio gubernamental.

Quiero que quede claro que, no estoy justificando la permanencia de nadie en el organigrama del Estado, jamás, pero sí creo que todo el que trabaja política en un partido determinado es merecedor de un puesto cuando esa entidad llegue al poder, pero de ahí a pretender sacarlo porque si, ignorando su trabajo, entrega, compromiso y aporte al país, es una canallada.

Lo que estoy exponiendo sé que no le va a gustar algunos, e incluso amigos muy queridos, pero no importa, soy de los que se inscribe en la escuela de la meritocracia para alcanzar promociones y ascenso en cualquier espacio o actividad laboral y profesional que realicen los hombres.

Aborrezco el enllavismo, lambonerìa, la mediocridad y al arribismo para lograr objetivos. Saquemos de nuestras mentes y accionar esos vicios pequeños burgués. Al César lo que es del Cèsar y a Dios lo que es de Dios…

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