Hablan los hechos

Han transcurrido 100 años de aquel Octubre de 1917 en que se proclamó la revolución Rusa, evento este que conjuntamente con la primera guerra mundial marcaron los acontecimientos de mayor trascendencia de la historia al inicio siglo del XX. Esta revolución se produjo en el contexto en que ese pais tenía una composición de su población principalmente rural en que el 85% de ella eran campesinos y con una pequeña élite que no tenía una representación política plena, pero donde predominaba una desigualdad política exorbitante.

Es esa absurda desigualdad que se interpreta como una principal causal para que se produjera tal revolución y también esta última sirvió de catalizador activo por el interés hacia el comercio global. Esa vocación por el comercio exterior de la Rusia de entonces se enmarca en su intento por alcanzar un mayor desarrollo industrial, en el cual optó por una estrategia de integración a la economía global impulsando la tarea de construir una red de ferrocarriles que pudieran integrar su gran producción agraria con los mercados internacionales.

Con la revolución rusa de 1917 se implementó en el mundo económico la concepción de la planificación económica, cuya trascendencia con carácter global aparece con el primer plan quinquenal ruso de 1928.

La historia de la economía mundial registra a la Primera Guerra Mundial como la primera guerra de la globalización, un conflicto en parte creado por la necesidad de proteger rutas comerciales ya que la especialización que el comercio internacional le trajo a los países también provocó carreras armamentistas para proteger su comercio a causa de la dependencia que tenían de materias primas. Pero a su vez, nos habla de cómo la competencia imperialista y la dependencia del exterior para crecer por la negligencia con la elevada desigualdad interna fue una causa que llevó a la guerra, pues con la integración de Rusia a la economía global con el desarrollo de sus trenes se expuso al mismo tipo de consecuencias.

Con la revolución rusa de 1917 se implementó en el mundo económico la concepción de la planificación económica, cuya trascendencia con carácter global aparece con el primer plan quinquenal ruso de 1928. En los países occidentales de economía mixta o de economía de mercado, la planificación económica aparece después de la segunda guerra mundial, lo que en la práctica desmantelaba el pensamiento económico imperante basado en la célebre mano invisible de Adam Smith.

Con la gran crisis de 1929 quedaba cuestionado el ordenado y automático funcionamiento de las economías de mercado para alcanzar el equilibrio de la actividad económica y la construcción teórica del economista inglés John Maynard Keynes la que, por una parte, explicaría como y por qué era posible que la situación económica no fuera el reflejo de la construcción teórica tradicional, y por otra, ofrecería los medios de acción, a través de la intervención del Estado. Es a partir de ese momento que el modelo Ruso, de una economía centralizada, se afianza con sus propios criterios sobre una economía dirigida por el Estado.

Rusia sufrió, en la década de los noventa, una recesión económica más grave aún que la gran depresión que azotó a EE.UU a principios de los años 1930.

Resulta interesante destacar que la planificación económica tiene sus raíces inspirada en la concepción económica y politica de los bolcheviques, bajo el liderazgo del genio de Vladimir Lenin, conocidos como el Partido Obrero socialdemócrata de Rusia. La concepción de la planificación económica fue diseñada y ejecutada en el territorio del antiguo Imperio Ruso, en el cual surgió la Republica Soviética de Rusia, junto con la Republica Soviética de Ucrania, la Republica Soviética de Bielorrusia y la Republica Democrática federal de Transcaucasia, que finalmente en 1922 se unieron y formaron la Unión de Republicas Socialistas, URSS.

Desde inicios de la década de 1990, Rusia comienza la transición de la era de planificación central hacia una economía de mercado con ventajas y obstáculos, donde la producción agrícola estaba totalmente mecanizada y situaban a la URSS como uno de los mayores productores mundiales en casi todos los ámbitos agrícolas y ganaderos a escala global. Tambien la Unión Soviética era la primera productora mundial de cebada con 70 millones de toneladas y el tercer productor mundial en producción de algodón con 2,7 millones de toneladas y en producción de trigo, entre 88 y 110.

Las transformaciones que ha registrado la economía de Rusia en la última década la ha convertido en una superpotencia dentro de las economías de Europa y ocupando la posición número 11 en la economía global.

Las reformas hacia esa transición fueron impulsadas por el entonces Presidente de Rusia Mijaíl Gorvachov, pero el régimen fracasó en dirigir los objetivos fundamentales cuyos resultados fueron el estancamiento del PIB. En lo inmediato, la economía rusa sufrió una enorme tensión cuando se transformó de una economía planificada a un sistema de libre mercado, por igual, las dificultades de las reformas fiscales marcadas al desarrollo de créditos de gobierno y una dependencia en el préstamo a corto plazo para financiar el déficit presupuestario, condujeron a una seria crisis financieras en 1998.

El programa de reformas era ambicioso, el ajuste de la economía a las normas del mercado exigió grandes esfuerzos, provocando la caída de la producción industrial y agrícola, generando una crisis en diferentes ámbitos en la vida de la sociedad. Rusia sufrió, en la década de los noventa, una recesión económica más grave aún que la gran depresión que azotó a EE.UU a principios de los años 1930.

Una mirada detenida sobre el coeficiente de deuda soberana de Rusia sobre el PIB es un mínimo 17% comparado con países como los EE.UU que supera el 106%, Japón, 240%, Francia, 96%, o Reino Unido, 89%.

En materia de politica económica, para el año 2000, Rusia experimentó un giro significativo con la llega al poder político de Vladimir Putin. En lo inmediato, el PIB se expandió en el porcentaje más alto desde la caída de la Unión Soviética, la moneda local, el rublo, se estabilizó, la inflación fue controlada, y la inversión comenzó a aumentar y durante los años 2000 a 2001, ese pais no sólo cumplió con sus servicios externos de deudas, sino que hizo avances de reembolsos de grandes cantidades del capital principal por préstamos del FMI, también aumentó las reservas del Banco Central con el presupuesto de gobierno, el comercio, y excedentes de cuenta corrientes.

Las transformaciones que ha registrado la economía de Rusia en la última década la ha convertido en una superpotencia dentro de las economías de Europa y ocupando la posición número 11 en la economía global. En adición, el FMI ha certificado que en el 2016 la economía de este país logró alcanzar un histórico PIB de US$1.267.750 millones, que al relacionarlo con su deuda pública reflejaba un coeficiente de 15,65%.

Una mirada detenida sobre el coeficiente de deuda soberana de Rusia sobre el PIB es un mínimo 17% comparado con países como los EE.UU que supera el 106%, Japón, 240%, Francia, 96%, o Reino Unido, 89%. En materias primas, Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo, después de Arabia Saudita, y el mayor exportador mundial de gas natural. Rusia es también el tercer productor mundial de oro después de China y Australia, y por delante de Estados Unidos, pues en el marco de sus actividades primarias unos de los componentes económicos principales de Rusia es su riqueza en recursos naturales ya que cuenta con enormes reservas de estos, especialmente petróleo y gas.

Este gigante eurasiático no se quiere quedarse atrás en la revolución digital y promueve una apuesta por la transformación de su economía, con el parque tecnológico de Skolkovo, Moscú, como bandera del cambio y la piedra angular del proyecto del Gobierno.

Las reservas de gas natural probadas de Rusia son las segundas más grandes del mundo, después de las de Irán. Además, sus reservas probadas de petróleo son la octava más grande del mundo con una producción de 10,95 millones de barriles por día. Estos recursos, junto a algunos metales y productos forestales componen gran parte de las exportaciones del país, el cual hace que su comercio internacional haya crecido rápidamente., convirtiéndose en un gran exportador de muchos productos reconocidos mundialmente, así como también es un gran mercado para las multinacionales, de las cuales el 8.7% se dirigen hacia Países Bajos, 8.7% China, 6.6% Alemania, 5.1% Italia, 4.8% Japón, 3.8% EE.UU, mientras que el 17% de sus importaciones provienen de China, 13% de Alemania, 5.6% de EE.UU y 4.2% de Italia.

En el contexto de la globalización, en la economía de Rusia se desarrollan una amplia gama de actividades industriales, representan el 36% del PIB, como la manufactura de maquinarias multipropósito, aeronaves, equipos de transporte, equipos de comunicación, electrónicos, maquinaria agrícola y equipos de generación y transmisión eléctrica. Pero a su vez, este gigante eurasiático no se quiere quedarse atrás en la revolución digital y promueve una apuesta por la transformación de su economía, con el parque tecnológico de Skolkovo, Moscú, como bandera del cambio y la piedra angular del proyecto del Gobierno.

A escala planetaria, esta realidad ha convertido a Rusia en una gran potencia económica al cierre del 2017, lo cual la coloca en un lugar privilegiado en el comercio internacional y con un nivel de competitividad con las demás economías desarrolladas, el cual hace un esfuerzo de inserción en los mercados internacionales y en bloques comerciales como pertenecer a los países que conforman los BRICS. Sin lugar a dudas, este progreso de la economía Rusa traza una frontera con otras economías, en particular la de EE.UU para la cual se producirán fuertes tensiones en el tablero económico global.

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