Opinión

“Los impuestos son el precio que pagamos por la civilización. En la selva no existen” Cita Oliver Wendell Holmes, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos.

En la presente campaña electoral, ciertos candidatos han asumido el discurso de prometer la eliminación de impuestos y conceder exenciones, sin explicar de dónde van a suplir los fondos que dejaría de percibir el gobierno, eso es peligroso. Es necesario e importante tener experiencia de Estado, para entender cómo funciona la Administración Tributaria en el sector público y no incurrir en esos dislates.

El país debe estar muy atento a las promesas de los candidatos que participan en este certamen electoral, pues, a través de estas podremos saber si son sinceros y veraces. Es importante señalar, que el populismo es un flagelo pecaminoso en cualquiera de sus modalidades, pero cuando se refiere al aspecto tributario es altamente peligroso, debido a que puede inducir a determinados sectores de la economía, a incumplir sus compromisos fiscales, esperando ser favorecidos con las promesas populistas.

Estamos bajo el azote de la pandemia del coronavirus, desde hace más de tres meses, la economía nacional está semi cerrada en sus renglones más importantes para generar divisas, (Turismo, Remesas, Exportaciones, Zona Franca, etc.). La situación demanda actuar con mucho tacto y prudencia, en la administración de los recursos públicos, a fin de garantizar al país el abastecimiento de medicamentos y los utensilios médicos requeridos, para hacerle frente al Covid-19. Además, mantener el flujo de caja necesario. En ese sentido, los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), han sentado catedra, la prueba esta expresada con los índices de progreso y desarrollo que revelan las estadísticas previas a la llegada de la pandemia.

Dominicanos, recordemos la cita bíblica: “por sus hechos los conoceréis”. En esta época de elecciones esa cita es una advertencia que debemos tomar muy en serio, porque no podemos olvidar: Las “pobladas” de 1984, la crisis bancaria de 2003, el desorden en las alcaldias que obtuvieron en los comicios de marzo recién pasado, por solo citar algunos.

Afortunadamente, tenemos la oportunidad de elegir al Lic. Gonzalo Castillo, candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y lo haremos votando masivamente, a fin que el triunfo sea en la primera vuelta.

ASI ES QUE: A TRABAJAR, A TRABAJAR, A TRABAJAR.

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