Opinión

El autor de esta columna está profundamente preocupado por la llamada ¨Declaración conjunta de la reunión del Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, y el Presidente de la República de Haití Jovenel Moïse ¨, que fue publicada el 10 de este mes de enero, año 2021, en diferentes medios de comunicación y que ha recibido manifestaciones de darle a ese documento una importancia, en el orden histórico, que realmente no tiene.

El título de esta columna de hoy es la repetición de más de 10 columnas y trabajos que hemos publicado, tratando el tristemente y antiguo problema entre nuestro país, estado independiente, libre y soberano, que ha defendido su integridad como nación, dando ejemplo en los campos de batalla de su territorio, que han despertado la admiración y el respeto a nuestro pueblo.

Hace varios años que escribimos un libro que se llama ¨Haití y la República Dominicana un Origen y Dos Destinos¨, cuya tercera edición fue editada y puesta en circulación, en mayo del 2017. Ese libro tiene un prólogo que agradecemos profundamente a Manuel Núñez, intelectual, historiador, que sabe escribir, y que dice: ¨pocos hombres políticos han tenido la gallardía de Gutiérrez Félix, de defender sin ambigüedades el legado histórico de 1844, la llamada patria de febrero.

Abundan aquí los don juanes de los Organismos Internacionales, dispuestos a desguazar nuestras gerencias en nombres de unas paces que contravienen el derecho internacional…¨ y agrega ¨sin ceder al chantaje de unos y otros, y asumiendo su responsabilidad con la nación dominicana. Euclides Gutiérrez ha dado el aldabonazo. No hay que callar.

No es posible traspasarle a República Dominicana las responsabilidades sanitarias, laborales y educativas del país vecino, sin dinamitar su estabilidad y sin comprometer definitivamente su porvenir. No tenemos obligaciones extra nacionales con las poblaciones de otros estados ̈.

Lo que más sorprende de esta declaración conjunta es el secreto, malicioso, en el que se efectuaron las conversaciones entre el presidente dominicano y el gobernante haitiano, que está a punto de entregar las funciones que desempeña en los primeros días del próximo mes de febrero, advertido en ese país vecino de que si no entrega las funciones de gobernante cerrarán a todo tipo de actividad, a ese conglomerado humano que no es nación, república, o estado organizado.

El Gran Maestro Político Dominicano y de América Juan Bosch, calificó al pueblo haitiano simplemente, como un conglomerado humano, que no tiene presente ni futuro, y que organismos internacionales lo que quieren es fusionar a ese conglomerado humano con la República Dominicana, descargando de toda responsabilidad a Canadá, Francia y los Estados Unidos de América.

El pueblo dominicano, ¨Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe, como lo calificó en homenaje de admiración Fidel Castro Ruz, en 1965, no puede dejarse engañar por esos organismos internacionales y por los funcionarios haitianos, porque este pueblo que es una real y verdadera nación, proclamada república el 27 de febrero de 1844, y aunque no es perfecto como Estado, es una sociedad inmensamente productiva, con capacidad de producir el 90 por ciento de lo que consume, que lo distingue como un país , Pequeño, Rico y Valiente.

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