Por: María Hernández | La semana pasada las autoridades del tránsito en la República Dominicana iniciaron las pruebas de alcoholímetro en varias zonas de la capital, como forma de reducir los accidentes de tránsito que dejan en nuestro territorio más muertes y lesionados que cualquier enfermedad.
Muchos ciudadanos aplauden la medida mientras que otros dudan de que pueda disminuir los accidentes que a diario se producen en zonas rurales y urbanas del país.
Aunque se sabe que al principio estos operativos son efectivos, luego pierden fuerza ante la falta de equipos y herramientas suficientes para implementar en un amplio operativo en un parque vehicular que cada año va en aumento.
Las pruebas se están aplicando a conductores de vehículos livianos y pesados y de manera muy reducida a los motoristas quienes son los más involucrados en los accidentes de tránsito que se producen en nuestro país y por lo regular son también quienes colocan la mayor cantidad de víctimas.
Además de las muestras para saber si el conductor ha ingerido alcohol deben realizar también pruebas de otras sustancias que cuando las personas que conducen las consumen los enajenan y los hace perder el control y provocar accidentes fatales.
Sería importante saber qué hacen con esos conductores, cuál es la penalidad y hacia dónde conducen y el tiempo que duran detenidos o si solamente les colocan una multa y los dejan seguir conduciendo.
Hay que recordar que el viernes 25 de octubre del 2024 la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) inició, conjuntamente con el Intrant, un plan piloto de las pruebas de alcoholemia a 177 conductores, la mayoría en vehículos de cuatro gomas y solo a cinco motoristas que manejaban por la avenida Winston Churchil en el Distrito Nacional como forma de disminuir de manera significativa las muertes por los accidentes viales en el país, como lo informa la Presidencia en su portal. De esas pruebas solo 35 fueron positivas y 142 negativas.
El Intrant ha informado que no tiene dinero para comprar los aparatos que se utilizan para medir los niveles de alcohol en la sangre y que los que están usando ya estaban en la institución.
Hay que analizar con los especialistas para ver si estos aparatos que llevan como nombre Alco-Sensor VXL, Alco- Sensor FST y Point of Arrest que se utilizan para medir los niveles de alcohol en la sangre no les causan alguna reacción a las personas cuando se los colocan.
Fue en diciembre del 2019 cuando se realizaron las primeras pruebas de alcoholemia en la avenida Duarte con 27 de Febrero, Parque Enriquillo y en las paradas del Sur y del Este del país, como lo informó el Intrant en su portal de esa fecha.
A pesar de los operativos iniciados para detectar la presencia de alcohol en los conductores hay que insistir que los fines de semana son los días en que más accidentes de tránsito se producen que dejan decesos y heridos en diferentes regiones del territorio nacional.
Las autoridades del tránsito encabezadas por el Gabinete del Transporte, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), el Sistema de Asistencia Vial del Ministerio de Obras Públicas, entre otras instituciones del área deben velar porque estos operativos no lesionen los derechos de los ciudadanos, ni se les reprima de manera autoritaria.
Esperemos que a partir de la puesta en práctica de estas medidas los accidentes de tránsito se reduzcan significativamente y el tema de los accidentes viales no sigan siendo el dolor de cabeza de autoridades y familiares de fallecidos y lesionados que salen alegres a trabajar o a estudiar y no regresan a sus hogares o se quedan recluidos en los hospitales.
Para que las medidas que se ejecutan surtan sus efectos las familias deben ser los primeros en aconsejar a la persona que vaya a conducir para que no ingiera bebidas alcohólicas porque la vida de los suyos y de los demás usuarios de las vías está en sus manos.