Opinión

En el periodo 1986 y 1990 hasta 1994 fungí Regidor del Ayuntamiento de La Vega, para ese entonces la conducción del Estado Dominicano estaba dirigido por el Gobierno del Doctor Joaquín Balaguer, el cual volvió a gobernar después de haberlo hecho durante 12 años, en la que Don Pedro Rivera fue su fiel seguidor.
Don Pedro Rivera, fue Senador y un líder político de la provincia de La Vega, y sobre todo un productivo empresario.

En el cuatrienio del 1986 al 1990, la Sindicatura de La Vega estaba encabezada por la Síndico doña Gladys García en representación del PRSC; en el 1987 se produce una lucha por la presidencia de la Sala Capitular del Ayuntamiento de La Vega, la cual se visualizó a través de los regidores: Minado Rodríguez y Oscar Contreras, los cuales representaban al PRSC. Ambos, fueron presidentes de la Sala Capitular en las diferentes escogencias anual de cada 16 de agosto.
A don Pedro Rivera no lo conocía de manera personal, pero obviamente que lo conocía como un adversario político. Él, como Reformista y nosotros como peledeísta.

En el año 1990, la Sindicatura de La Vega fue conquistada por el Partido de la Liberación Dominicana, en la persona de Euclides Sánchez; en esa administración, asumimos la presidencia de la Sala Capitular por 3 años; en la misma, logré conocer a don Pedro Rivera y lo conocí cuando el Ayuntamiento realizó un Radio Maratón en el parque Duarte de La Vega, a los fines de recaudar fondos para comprar varios equipos: un compactador y un greda, en la que don Pedro Rivera nos dió un gran apoyo; para eso, se formó una Comisión conformada por: el Síndico, el Presidente de la Sala Capitular y varios regidores, los cuales nos trasladamos al Estado de la Florida ( Miami), ahí se encontraba con nosotros don Pedro Rivera, quien nos ayudó a comprar los equipos a buen precio.

Debo confesar que para mí fue un gran placer conocer de manera personal a don Pedro Rivera, porque conocí de él lo que no se ve, un gran ser humano. En nuestra estadía en Miami, recuerdo que al visitar una plaza comercial tomamos un ascensor y en el mismo nos encontramos con una impresionante y hermosa mujer, la que no pude resistir la tentación y le expresé un piropo. Inmediatamente salimos del ascensor don Pedro Rivera me hizo una observación, me dijo, aquí en este país no se le puede tirar piropo a una mujer que uno no conoce.

Al terminar este recorrido nos llevó a su apartamento, y ahí disfrutamos de un suculento almuerzo, en la que él fue el chef principal, con Don Pedro Rivera se encontraba también el señor Mon de Lara.
Este encuentro con Don Pedro Rivera en Miami, me llevó a tener una relación de amistad más de cercana con él. En los años 90, se produjo la tormenta Federico y en esa circunstancia, me envió un camión de víveres y otras cosas más para ser distribuido a los afectados producto de la Tormenta.

Años después, visité la ciudad de Nueva York, en la que logré visitar varias bodegas comerciales; en ellos pude ver el Salami Induveca. Por lo que me sentí sumamente orgulloso.
Al regresar de Nueva York, lo primero que hice fue visitar a Don Pedro para felicitarlo por lo que vi del producto INDUVECA en Nueva York. Sobre esto, Don Pedro Rivera me dijo que ese INDUVECA fue registrado por una persona que trabajaba con su empresa, que nada tenía que ver con INDUVECA de la República Dominicana.

El Ayuntamiento de La Vega, bajo la administración del Partido de la Liberación Dominicana del período 90-94 tuvo el honor de declarar hijo meritorio a Don Pedro Antonio Rivera. Dicha resolución fue leída por nosotros, en un extraordinario encuentro realizado con varios sectores sociales de La Vega, en la residencia de Don Pedro Rivera, su esposa y demás familiares.

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