Seguridad Vial

Por:María Hernández

Cada vez que llueve se producen los mismos charcos de agua en vías que son muy frecuentadas por conductores y peatones sin que las autoridades se inmuten ante los derrumbes y accidentes que provocan las lluvias en zonas vulnerables y abandonadas a su suerte, a nivel urbano y rural.

Las juntas de vecinos y comunitarios, en general, utilizan todos los medios a su alcance para hacer llegar las problemáticas de las vías a las instituciones que deben resolver la situación que se presenta cada vez que llueve y, al parecer, esa no es su prioridad.

Salir a las calles en momentos de lluvia provoca malestar en conductores y pasajeros por los largos taponamientos que tienen que enfrentar en diferentes tramos viales intentando salir de las zonas más congestionadas y afectadas por las inundaciones en importantes intersecciones de mucho flujo vehicular.

Ya son conocidos los problemas que presentan vías como la 27 de Febrero en muchos de sus tramos, la Charles de Gaulle, Sabana Larga, San Vicente de Paul, Jacobo Majluta, Luperón, Manoguayabo, algunos tramos de los kilómetros de la avenida Independencia, avenida de San Isidro, la calle de la Oficina Nacional de Meteorología, Juan Molinex, que además del problema de las aguas estancadas que dejan las lluvias está el de los sépticos abiertos que los comunitarios se cansan de denunciar y no reciben respuestas de las autoridades. Vecinos consultados dicen que desde el inicio de las gestiones del PRM esa zona ha sido abandonada por la alcaldía.

En igual condiciones se encuentra la calle 22 del residencial Invi-Dorex, paralela a la avenida Hípica y que recibe todas las aguas de esa vía y de la Ecológica Profesor Juan Bosch por la falta de un badén a la entrada del destacamento de la Policía Nacional del lugar y otro a la entrada del colmado Báez, además de unos siete filtrantes a los que ya les ha crecido hierba de tanto tiempo que tienen sin limpiar. Los lugareños recuerdan que solo en las gestiones del PLD se acondicionaron los filtrantes con la cooperación de los buzos del Ministerio de Obras Públicas, que al parecer ya no tienen ese personal en las calles.

Hay que reconocer que este lunes un camión recolector de basura se apareció por esa inundada vía, la calle 22, a recoger los desperdicios y los residentes en la zona entraban al río que se forma en esa calle para depositar sus desperdicios en el camión que envió la alcaldía del municipio Santo Domingo Este, que parece que no cuenta con equipos para reparar los filtrantes de esa vía por lo que debería acudir a otras instituciones que sí tienen esos aparatos y llevar tranquilidad y sosiego a una zona de gente trabajadora y escolares que tienen que hundir sus pies en las malolientes aguas que se combinan con las de los sépticos abiertos que también hay por el lugar.

En las zonas rurales también se han sentido las consecuencia de los constantes aguaceros de los últimos días como fue el derrumbe de una parte de la carretera que conduce a Constanza.

Las instituciones que tienen que ver con el mantenimiento de las vías en toda su infraestructura deben supervisar y anotar las áreas de las vías en donde se aglomera gran cantidad de agua y después que pasen las lluvias ir por la zona a limpiar las alcantarillas y colocar nuevas en las zonas en donde no las hay pero que las necesitan.

La colocación de prolongados muros en las vías, sin desagües, provocan inundaciones con apenas unas dos horas de lluvia. Hay intersecciones en donde esas aguas tardan varios días en bajar dejando a su paso numerosas enfermedades a los que habitan esos lugares.
Según datos del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo(MEPYD), en su portal, el sector agua así como el alcantarillado acumula el 46.33% de las pérdidas, lo que es equivalente RD$4,031.46 millones de pesos por pérdidas que fueron provocadas por fenómenos naturales entre noviembre 2016 y septiembre del 2017.

Se recuerda que las pérdidas por las lluvias que se produjeron en noviembre del 2023 superaron los 1,100 millones de pesos como lo publicó en un escrito el periódico Diario Libre.

De acuerdo al estudio Impacto de los Desastres Naturales en la República Dominicana, del 2023, elaborado por el Consejo Nacional de la Competitividad, «de la cantidad de desastres que ocurrieron en 2022 (un total de 387) supera la media registrada en el periodo comprendido entre 2002 y 2021 ( que fue de 370). Luego de analizar estos eventos por tipo, se observó que la mayoría corresponden a inundaciones, con 176 eventos en 2022 frente a 168 en el periodo anterior», confirmó el estudio.

Los fenómenos naturales siguen provocando inundaciones en áreas que si se tomaran las previsiones de lugar no dejaran tantas pérdidas económicas y en muchos casos humanas.

El trabajo de las instituciones que tienen que velar por el mantenimiento de las infraestructuras viales y de las que tienen que ver con el desplazamiento y no estancamiento del agua en las vías deben reunirse y elaborar planes conjuntos para preservar en buenas condiciones las vías en tiempo seco y durante las lluvias como forma de evitar los constantes accidentes de tránsito que se producen en nuestro país por charcos e inundaciones que parecen ríos en muchas regiones de todo el territorio nacional.

Son numerosas las zonas de nuestro país que se mantienen incomunicadas por la falta de un puente o por el estado desastroso que presentan las vías a las que las lluvias con el tiempo les han ido destruyendo la fina capa de asfalto que les colocan.

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