Indignación ha provocado en los productores agropecuarios las afirmaciones del Ministro de Agricultura de que el cuatrienio 2020-2024 fue trascendental para el gobierno ya que incrementó la producción y productividad en los principales productos alimenticios de la canasta básica, superando los indicadores del periodo 2016-2019.
En esas declaraciones el funcionario incluyó, sin inmutarse, que actualmente el país alcanzó ser autosuficiente en la producción de papas.
La verdad verdadera, como se suele decir, demostrando lo que realmente ha sucedido, que es el aumento en la compra del tubérculo en el exterior.
Las propias estadísticas del Ministerio de Agricultura indican que las importaciones de papas aumentaron 52.6 millones de dólares. Un 195 por ciento.
Hasta el mes de abril del año en curso las importaciones fueron de 28.4 millones de dólares.
No es verdad que comprando tantas papas en los mercados internacionales, el país no puede ser autosuficiente, como pregona el Gobierno, que ha llegado a creer que con anuncios, publicaciones se puede engañar a la población.
El desplome del sector agropecuario es notorio en cada uno de los renglones de dicho sector, que se refleja en un alto precio de la comida.
Las quejas de los productores de pollos y cerdos son generalizadas, lo propio con los arroceros, quienes ven llegar el 2025, sin que el Gobierno haya procurado disminuir el impacto en ese reglón del RD CAFTA, que permitirá la entrada del cereal con cero tasas de impuestos.
La inundación del mercado de papas compradas fuera del país se vive también con otros productos del campo, como el ajo, la cebolla, las hortalizas, entre otros.
Esa masiva importación ha arruinado el campo dominicano y perjudica a los maltratados consumidores.
En la semana en curso salió a relucir las quejas de los productores de ajo del municipio de Constanza, provincia La Vega quienes han sido afectados con una cuantiosa pérdida de dinero en la producción del rubro, debido a que este vegetal está siendo importado por el Ministerio de Agricultura desde China a los mercados nacionales.
Es un Gobierno que ha hecho de la mentira un hábito; no se inmuta con las tantas mentiras y engaños, creyendo que, a propósito de la agropecuaria, que el huevo sancochado, saca, como dice el pueblo.
