En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, las dominicanas nos encontramos enfrentando grandes desafíos que impactan directamente a nuestras vidas y a nuestras familias. La inseguridad y el hambre arropan nuestro país, mientras la falta de políticas públicas efectivas nos deja en un estado de vulnerabilidad sin precedentes.
Cada día, más mujeres pierden sus empleos, tanto en el sector público como en el privado, incluso en condiciones que atentan contra su derecho a la salud. Esta crisis afecta con mayor dureza a madres, embarazadas y trabajadoras en situaciones precarias. Al mismo tiempo, el acceso a servicios esenciales como energía, agua y salud se reduce, mientras el alto costo de la canasta básica obliga a muchas familias a limitar su alimentación. En buen dominicano, hemos pasado de comer las tres papas a conformarnos con solo dos, porque el dinero no alcanza. De ser una nación pujante, hoy nos encontramos en un país sin horizonte.
Ante esta realidad, no podemos quedarnos en silencio. Es momento de organizarnos en clubes, juntas de vecinos, asociaciones y gremios, y de alzar la voz en todos los espacios de comunicación para denunciar la vulneración de nuestros derechos. La violencia contra la mujer no es solo física; también es social, económica y política, y se manifiesta en cada obstáculo que enfrentamos en nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, no estamos solas. Desde la Secretaría de Igualdad y Equidad de Género del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), mantenemos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres y de todas las familias dominicanas.
Nuestra historia nos ha demostrado que el coraje y la resistencia son parte de nuestra identidad. Sigamos el ejemplo de María Trinidad Sánchez, Manuela Díez, Concepción Bona, Ercilia Pepín, nuestras Hermanas Mirabal, Mamá Tingó, Evangelina Rodríguez y tantas otras que lucharon incansablemente por la justicia, la equidad y la democracia.
Que este día sea un símbolo de resistencia y un llamado urgente a la acción. No podemos permitir que la precariedad y la indiferencia sigan marcando el destino de nuestras mujeres y niñas.
¡Que vivan las mujeres dominicanas! ¡Que viva nuestro derecho a una vida digna!
Cristina Rodríguez
Titular de la Secretaría de Igualdad y Equidad de Género