Efemérides

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, el 6 de septiembre de 1863, durante la Guerra de la Restauración, luego de un intenso combate, las fuerzas españolas anexionistas lograron entrar a la Plaza de Armas de Santiago.

El mismo día 6 de septiembre de 1863, murió el General dominicano Gregorio de Lora, quien intentó tomar la Fortaleza San Luis, donde estaban las tropas españolas.

Los españoles eran comandados por el general Juan Suero y el coronel Manuel Cappa, quienes habían entrado a Santiago de los Caballeros con una columna de tres mil hombres procedentes de Puerto Plata.

En el “Manual de Historia Militar Dominicana”, se precisa que el día 6 de septiembre de 1863, los restauradores tenían el dispositivo siguiente:

“El General Gregorio de Lora marchó con una columna por la calle General Valverde; el Coronel Benito Monción, desde El Castillo, dirigía la artillería; el General Gregorio Luperón marchó con otra columna por la calle Juan Francisco García y el General Gaspar Polanco, Jefe de Operaciones, marchó por la calle de La Barranca o de la Iglesia, con dos piezas de artillería”.

Las tropas españolas sumaban 900 hombres, dirigidas por el Brigadier Buceta, los generales Hungría, Alfau y Achile Michel y el artillero José María López.

“A las 02:00 horas se dió inicio al ataque. Las tropas restauradoras trataron de forzar el combate cuerpo a cuerpo, debido a que la gran mayoría estaba armada de machete, que era el arma maestra de los dominicanos. Sin embargo, fueron rechazados por el fuego de la artillería y de la infantería enemiga, replegándose las tropas dominicanas”.

“A las 09:00 horas, las tropas restauradoras lanzaron un nuevo ataque, en el cual el General Gregorio de Lora, con su columna llegó hasta la puerta de la fortaleza, siendo mortalmente herido por el fuego enemigo”.

Ante esa circunstancia, “La columna del General de Lora fue agregada a la del General Luperón, quien intentó un nuevo ataque, pero fue nuevamente rechazado por el fuego de la artillería y de la infantería enemiga”.

“Dos nuevos intentos de tomar el Fuerte por las armas fueron rechazados por los españoles, quienes mantenían unas posiciones defensivas impenetrables, gracias a su armamento tecnológicamente más avanzado”.

“En el fragor del combate, el General Gaspar Polanco recibió la información de que el General Juan Suero y el Coronel Manuel Cappa se encontraban por el arroyo de Jacagua. Los dos venían desde Puerto Plata en auxilio de la guarnición española, que se encontraba sitiada en la Fortaleza San Luis, y estimó que un ataque por la retaguardia de sus, prácticamente, desarmadas tropas, sería un golpe mortal, pues si la guarnición española que se encontraba en la Fortaleza San Luis había resistido la embestida de los asaltos, un refuerzo de más de 3,000 hombres con toda su fortaleza, provocaría que su moral se elevara y podría dar al traste con el terreno que hasta ese entonces habían ganado”.

Vista esta situación se decidió pegarle fuego a Santiago, que a poco de empezar a arder las llamas, se escucharon grandes detonaciones de los alambiques que funcionaban en la ciudad.

El General Gaspar Polanco dejó a algunos efectivos al mando del general Gregorio Luperón, para que mantuvieran el sitio al Fuerte San Luis y con la mayor parte de las tropas, salió al encuentro del general Juan Suero y del Coronel Manuel Cappa.

Asimismo, el general Gaspar Polanco dispuso que sus fuerzas ocuparan los fuertes de Dios, Patria y Libertad, y una artillería en el flanco derecho del Fuerte de Dios, aprovechando la cobertura de un bosque en ese lugar.

El informe militar precisa que a las 13:00 horas del 6 de septiembre, se dio inicio a un singular combate en el que las tropas dominicanas tuvieron que recurrir al arma blanca, pues las municiones se habían agotado, pero le quedaba un potente recurso: las condiciones meteorológicas, pues el sofocante calor provocó que numerosos españoles cayeran asfixiados en el fragor del combate.

“El Batallón Isabel II atacó el centro y el Primer Batallón de la Corona atacó y tomó el Fuerte de Dios, ayudado de la artillería”.

Al lograr ese objetivo los españoles atacaron el Fuerte Patria, siendo rechazados por las tropas dominicanas, gracias al fuego efectivo de una pieza de artillería que sorprendió a los españoles con disparo, prácticamente a quemarropa, que les ocasionó cuantiosas bajas al enemigo, evitando que pudieran penetrar por ese lugar.

“El Batallón de la Corona, el batallón de Madrid, el Batallón de Cuba y la artillería, atacaron y tomaron el Fuerte Libertad, después de un combate de 4 horas que le costó 153 bajas al enemigo, entre muertos y heridos”.

De acuerdo al informe militar, siendo las 17:00, la columna española se refugió en la Iglesia Mayor, que junto a la Cárcel Vieja fueron los únicos edificios que se salvaron del incendio, logrando penetrar las barreras establecidas por los patriotas.

Para beneficio de la causa restauradora, la guarnición española del Fuerte San Luis no se enteró, sino al día siguiente de los últimos acontecimientos, cuando se integraron el General Juan Suero y el Coronel Manuel Cappa a las tropas españolas sitiadas.

La versión militar resalta que el resultado de los últimos combates en Santiago provocó el desánimo de las tropas criollas, las cuales se replegaron en diferentes direcciones, perdiéndose momentáneamente la unidad.

Al referirse a los acontecimientos de Santiago, el general Gregorio Luperón, en sus “Apuntes Históricos”, afirma:

“Ambos contendientes hicieron esfuerzos de valor y dieron ejemplos de heroísmo en aquel día memorable, que no podrán borrar jamás de la historia de la guerra, ni de la memoria de aquellos que tuvieron la inmensa gloria de presenciarlos”.

“Las descargas de fusilería y de cañones, se hacían á quema ropa, y los sitiados rechazaban á los asaltantes con las puntas de sus bayonetas y con chorros de metrallas”.

En los combates de Santiago, además del General Gregorio de Lora, murieron otros oficiales dominicanos. Los españoles también mataron el caballo del General Luperón.

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