PUERTO PLATA, el 5 de noviembre de 1864, fue fusilado en Maimón, Puerto Plata, el ex Presidente José Antonio –Pepillo- Salcedo.
El historiador José Gabriel García dio la versión de que el general Pepillo Salcedo fue ejecutado por el coronel Agustín Masagó, quien cumplió una orden secreta que impartió el Presidente Provisional Gaspar Polanco.
El hecho se produjo luego de que el general Gregorio Luperón no pudo lograr que las autoridades de Haití, permitieran el ingreso de Pepillo Salcedo en condición de exiliado.
En el trayecto, luego de pernoctar en Mangá, en la residencia de Tito Fermín, un amigo del general Gregorio Luperón, cuando se disponían a reiniciar el viaje con destino a la frontera, los generales Benito Monción y Juan Antonio Polanco intentaron llevarse a Salcedo para fusilarlo, pero no lo lograron por la resistencia del General Luperón.
Tito Fermín prestó un caballo a Salcedo porque el suyo se cansó. En tanto, cuando llegaron a Dajabón, el comandante de la plaza, general Antonio Pimentel y el General José Cabrera también intentaron detener al ex Presidente Salcedo, para ejecutarlo, pero de nuevo encontraron la oposición del general Gregorio Luperón.
En la frontera haitiana el jefe de Fort Liberté, general Philantrope, se negó a aceptar, en nombre del Gobierno haitiano, el pedido que le hizo el general Luperón para que aceptara a Pepillo Salcedo en condición de expatriado.
Luperón comunicó la negativa de Haití al Gobierno y pidió nuevas órdenes. Se le ordenó regresar con Pepillo Salcedo a Santiago.
En el camino Luperón dividió el poco dinero que tenía con el ex Presidente Pepillo Salcedo. Al llegar a Santiago entregó al detenido al Gobierno.
En sus apuntes autobiográficos Luperón anota que luego de entregar a Pepillo Salcedo, se retiró con fiebre a una casa que tenía alquilada en Santiago.
En tanto, de inmediato Pepillo Salcedo fue trasladado al destacamento de Puerto Plata, de donde fue trasladado a Maimón. Allí fue fusilado el día 5 de octubre de 1864, por el coronel Agustín Masagó.
Pepillo Salcedo fue uno de los militares que más se distinguió en la lucha contra las tropas militares de Haití, que invadían con frecuencia el territorio de la República Dominicana. Más tarde fue uno de los militares distinguidos en la Guerra de la Restauración.
Por sus méritos fue escogido el 14 de septiembre de 1863, como primer Presidente del Gobierno de la Restauración y fue derrocado por un movimiento que encabezó el general Gaspar Polanco el 9 de octubre de 1864.
El día 27 de octubre de 1845, tropas del Ejército de la República Dominicana al mando de Salcedo vencieron a fuerzas militares invasoras de la República de Haití, en la batalla de Beller.
Entre las bajas que sufrieron los haitianos figura la muerte del general Seraphim, quien comandaba a las tropas invasoras.
Luego de ser derrotados en la batalla de Beller, huyeron de Dajabón los generales haitianos Danis, Hilaire y Mitil.
La República Dominicana fue proclamada el 27 de febrero de 1844, pero los haitianos durante los primeros 12 años mantuvieron una política de agresiones contra el territorio dominicano.
El 27 de septiembre de 1845, el Presidente Pierrot, emitió un decreto en el que calificó a los dominicanos como insurgentes del Este y declaró prohibida toda clase de relaciones con la República Dominicana.
Pierrot sostenía el criterio de que la isla de Santo Domingo es Haití, una e indivisible, por lo que se resistía a aceptar la existencia del Estado dominicano.
El 30 de marzo de 1844, el entonces general Pierrot fue derrotado por los dominicanos en la Batalla de Santiago. En los combates el Ejército dominicano mató a 700 militares de Haití.
El 17 de septiembre de 1845, tropas dominicanas comandadas por el general José Joaquín Puello, vencieron a los haitianos en la batalla de La Estrelleta.
Las fuerzas del Ejército Haitiano fueron comandadas por los generales Morisette, Toussaint y Samedí.