Opinión

“Saludo vecinaá… saludo vecinoó, saludo amigoó… saludo amigaá”, pregona el inmigrante haitiano de “palitos de coco”, un dulce de azúcar de caña acaramelada con coco guayado; se hace popular con su melodía a ritmo de guloya, justamente en el momento en que el ruido mediático migratorio toma mayor cuerpo a propósito de la sentencia #168 del TC.

El pregonero haitiano se confesó indocumentado aquí y seguro que lo es en Haiti, donde el 50% de la población se mantiene sin documentos de identidad, aún con los esfuerzos de la OEA y la colaboración de la JCE de la República Dominicana.

Somos dos países diferentes anidados en una isla por donde se inició el proceso de conquista y colonización de América. Pero culturas diferentes; allá un Estado fallido y nosotros un Estado en progreso sostenido.

Fue entonces cuando publicó en un periódico español que circula en el país, el Premio Nóbel, Mario Vargas Llosa, un articulo titulado “Los parias del Caribe”. Al ver el titulo creí que se refería a su renuncia de la nacionalidad peruana, pero no, su pluma fue para descalificaciones personales contra los jueces del Tribunal Constitucional dominicano, lo que me llevó a recordar dos situaciones diferentes:

La primera cuando siendo estudiante de derecho más de un profesor y, luego trabajando en la Suprema Corte de Justicia, más de un juez, observaban que se ataca la sentencia, nunca a los jueces que la dictan. Afirmaban que esa es la única forma de argumentar y analizar sin descalificar ni personalizar la decisión; que era de mediocres ir a lo personal.

La segunda situación ocurrió a mediado de los años setenta, yo subía las escalera al segundo piso donde estaba localizada la oficina del profesor Bosch, me crucé saludos de cortesía con Mario Vargas Llosa, quien bajaba. Al llegar el profesor Bosch me comentó de inmediato, más o menos con palabras parecidas: no te imaginaras a qué vino éste a donde mi, vino a proponerme que comprara una villa de lujo en un lugar turístico del país; qué se habrá creído, que soy rico?, que esas cosas son de mi interés?. Ese “señor”, agregó, parece no entender que no basta saber escribir, sino que se hace para beneficio de la cultura y la grandeza de la sociedad; definitivamente, él escribe para su beneficio.

El Caribe trae el jueves pasado, 7 de noviembre, la información de que los haitianos impactados por la sentencia son 13 mil 617. Lo suponía puesto que no son haitianos los que mas se han interesado por la naturalización. Son norteamericanos y europeos.

La solución está en la regularización ordenada y la oferta debe ser legal proponiéndoles una categoría migratoria o, si tienen arraigo y desean la nacionalidad, otorgarles la naturalización llenando individualmente las formalidades legales establecidas y a cargo del Ministerio de Interior y Policía.

Entre “palito de coco”, quien declaró su interés por una categoría migratoria sin renunciar a su nacionalidad, y el autor de “Los parias del Caribe”, renunciante de la nacionalidad peruana cuando perdió las elecciones, ¡no cabe duda de quién es el paria!.

*El Dr. Franklin Almeyda Rancier es miembro del Comité Político, ex Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ex Ministro de Interior y Policía de República Dominicana.

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