Diez años después de la debacle económica causada por la administración perredeísta del 2000-2004, y no obstante el crecimiento del PIB acumulado por las tres administraciones peledeístas en curso (2004-2014), el ingreso real per cápita sigue siendo 30% menor al que existía al término de la primera administración peledeísta del 1996 al 2000.
En efecto, cuando el doctor Leonel Fernández entregó la administración del Estado a sus sucesores en el 2000, el ingreso real per cápita de los hogares dominicanos era de RD$11,564, pero durante los cuatro años que le sucedieron lo degradaron hasta RD$7,159. Diez años después, no obstante el crecimiento del PIB acumulado en el período, el indicador apenas se ha movido hasta los RD$8,822 en marzo de este año.
El dato aparece consignado en el estudio “Actualización de las estimaciones oficiales de pobreza monetaria en la República Dominicana”, que acaba de dar a conocer el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
La información sobre el ingreso real per cápita viene a completar un cuadro estadístico precedido por informaciones acerca de la manera como se redujo la pobreza general y extrema y se incrementó el empleo
en los últimos 10 años, pero que también deja explícito que todo este esfuerzo no ha bastado para regresar a los resultados bonancibles con que cerró el siglo pasado.
Como se aprecia en el detallado informe de referencia, el empleo sumó el 48.6 por ciento en el año 2,000. Por efecto de la desastrosa administración del 2000-2004, el empleo llegó a reducirse al 45% de la población apta para el trabajo (a partir de los 10 años de edad en adelante), y a partir del entonces inició una lenta recuperación en las administraciones peledeístas que llegó a un pico del 47.8% en el 2008, pero que bajó en forma estrepitosa al 45.6% en el 2009 por efecto del estallido de las burbujas hipotecaria y financiera del mundo occidental, que afectó a toda su zona de influencia, incluid la República Dominicana.
Políticas anticíclicas acordadas por el país con el Fondo Monetario Internacional y otras entidades multilaterales recuperaron el empleo hasta regresarla a un pico del 48% en el 2012, del que bajó al 47.4% en e 2013 hasta alcanzar el 49% en marzo del 2014, el máximo en lo que va de siglo.
Hay que destacar que, como resultado de lo que se aprecia en este cuadro, fue la activación de la construcción (28 %), más otros servicios, principalmente educación y salud, los que mayor aporte hicieron para recuperar el empleo.
Otro indicador de gran repercusión social que ha sido restablecer hasta los niveles alcanzados en el año 2000, al término de la primera administración peledeísta, ha sido el de la pobreza. En efecto, el primer gobierno peledeísta entregó l pobreza en 32%,pero la desastrosa gestión perredeísta la elevó al pico histórico del siglo de 49.9% en el 2003.
De entonces acá, se ha iniciado una ingente labor, principalmente orientada por las acciones del gabinete social del gobierno (Siuben y todos los programas de asistencia de Solidaridad), hasta reducirla justo 10 puntos porcentuales (40.8%, en el 2012). En el 2013 volvió a un leve repunte hasta 41.2%, pero este año ha comenzado a bajar de nuevo.
Todavía, 13 años después, la pobreza extrema, que el PLD la entregó en 8.1% en el 2,000, no ha podido regresar a ese nivel. Hay que destacar que la administración perredeísta la elevó al histórico 16.6%, momento en el cual correspondió a la administración peledeísta, de nuevo, reducirla de un tirón al 13.7% en el 2006, tan sólo poco más de dos años después. Para el año 2013 la pobreza extrema, según el informe del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo es de 10%.
La investigación complementa una encuesta socioeconómica de los hogares pobres (más de 1 millón 500 mil hogares encuestados) que realizó el Siuben, en la que se aprecia una notable mejoría del entorno socioeconómico que rodea a esos hogares.
El informe del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, también da cuenta de que en dos años de la presente administración peledeísta 530 mil hogares han salido de pobres y se incorporaron al primer nivel de clase media, gracias a los planes de construcción de escuelas, de infraestructuras viales, de apoyo masivo a la agropecuaria y a las pequeñas y medianas empresas.