Opinión

Durante muchos años, no sabemos cuántos, el autor de esta columna ha oído decir en repetidas ocasiones, que “la política es un oficio”, aunque otros afirman que es “arte y ciencia”, que lo que significa es que los seres humanos nacen con cualidades políticas que después obligan a estudiar sus manifestaciones para tener un criterio científico. Solamente en un país con las características de su composición social, como la que tiene el pueblo dominicano, el ejercicio de la política es un relajo y más que relajo una expresión de “chercha civil”, alejada de toda manifestación de disciplina, prudencia y discreción. Estamos convencidos que las dos virtudes fundamentales para el ejercicio de esa actividad, en hombre o mujer, debe ser la prudencia y la discreción, porque ellas impiden que se cometan errores y se reiteren de manera permanente.

Hace años cuando apareció en el escenario nacional un proyecto de “Ley sobre agrupaciones y Partidos Políticos”, que ignoramos quiénes se lo inventaron y lo redactaron, advertimos en el seno del Comité Político, que esa idea convertida en un Proyecto Legislativo estaba concebida, redactada y llevada a la opinión pública con la única intención de perjudicar al Partido de la Liberación Dominicana, que desde 1996, apoyado por Joaquín Balaguer, asumió la jefatura política de la nación. En una reunión del Organismo que asume la responsabilidad de dirigir al PLD, y el aparato Gubernativo de la República, dijimos que no aceptaríamos esa idea y que nunca votaríamos a su favor para llevarla al Poder Legislativo, aunque la modificaran para complacer a otras organizaciones grandes o pequeñas y a la llamada Sociedad Civil, así como a las organizaciones que como las ONG’s, “Participación Ciudadana”, Finjus y la caravana desbocada y atropelladora integrada por “ascensoristas y oportunistas, Veletas sin Rumbo”, que buscan medrar y aprovecharse para vivir a expensas de la riqueza que produce nuestro pueblo en la maquinaria burocrática que integran los poderes del Estado.

¡Bueno!, Ahí está la prueba; sin poner atención a lo que decíamos y lo que hemos proclamado llevaron al Congreso el mamotreto ese llamado “Ley sobre Organización y Partidos Políticos”, calificado en alguna ocasión por el Lic. Hatuey Decamps, como “un relajo político”, que creemos que es un calificativo, el más acertado que se le ha dado al mencionado Proyecto. Ahora, la mayoría de compañeros diputadas y diputados que representan el PLD en la Cámara, se han visto en la obligación de retirar el “mamotreto” porque no han podido conseguir el llamado consenso necesario para que sea aceptado en el escenario político por todos los partidos, grandes o pequeños, las pandillas y miembros de la llamada “Sociedad Civil” que, como decíamos, casi en su totalidad, están integradas por ONG’s y organizaciones de aventureros y oportunistas, que quieren vivir a expensas del desorden y la dispersión, para terminar de disolver la sociedad dominicana y las Instituciones republicanas para la creación de un Estado Binacional integrados por dominicanos y haitianos.

¡Cuidado, mucho cuidado!, que la dirección del pueblo dominicano por mayoría de votos en las elecciones, ha sido puestas en manos del Partido concebido, fundado, organizado y dirigido por Juan Bosch, para servirle, solamente, a los dominicanos.

últimas Noticias
Noticias Relacionadas