Opinión

La teoría económica establece que en toda economía siempre se pasa por ciclos de expansión y recesión. Entendiéndose por expansión cuando una economía vive un período de crecimiento del PIB real que dura un cierto tiempo, en tanto, una recesión se presenta cuando una economía se contrae durante, al menos, tres trimestres, y si es muy prolongada e intensa estamos hablando de una depresión; es a esta dinámica que se califica como los ciclos económicos. Pero es que los ciclos económicos son fluctuaciones recurrentes, no periódicas, en el nivel de actividad económica a lo largo de los años, que se caracterizan por la expansión o la contracción simultánea de la producción en la mayoría de los sectores productivos de un país.

Es por tales razones que se interpreta un ciclo económico como una oscilación de la producción, la renta y el empleo de todo el país, que suele durar entre dos y diez años y que se caracteriza por una expansión o contracción general de varios sectores de la economía, es así como un análisis a largo plazo permite conocer la tendencia de la economía por encima de los ciclos económicos que se suceden en períodos más cortos ya que las variables agregadas, como el ingreso, producción, empleo, precios, entre otras, se mueven, aproximadamente en la misma dirección.

Es importante destacar que una recesión es un declive significativo en la actividad económica, que dura más de unos pocos meses, y es perceptible en la producción industrial, el empleo, el ingreso real, y el comercio al por mayor y al por menor, una recesión empieza justo después de que la economía alcanza un auge de actividad y termina cuando la economía llega a sus niveles más bajos (depresión), luego de esto la economía entra en una fase de recuperación donde la economía está en una expansión. Pero es que las fases de los ciclos económicos en ningún momento son iguales, ni en su intensidad ni en su duración, y es sumamente difícil predecir o determinar el inicio de una fase y el fin de otra.

En las fases de los ciclos económicos es que podemos identificar y ponderar el crecimiento económico e interpretarla como una variable donde aumenta o disminuye el producto interno bruto (PIB). Pero si el PIB crece a un ritmo superior al del crecimiento de la población, se dice que el nivel de vida de ésta aumenta; por el contrario, cuando la tasa de crecimiento de la población es mayor que la tasa de crecimiento del PIB, podemos afirmar que el nivel de vida de la población está disminuyendo.

El concepto de crecimiento del PIB describe en términos económicos cómo crecen o decrecen los países e incorporan el desarrollo económico como un concepto mucho más amplio, en donde el bienestar y las consideraciones naturales tienen un papel más fundamental, ya que este forma parte de lo que se denomina desarrollo sostenible, el cual implica ir acompañado del humano o social y del ambiental, donde se puede valorar el progreso o retroceso y que tanto la economía es la base sustantiva del mismo para entender hacia dónde se dirige un país.

Pero la pregunta obligada en este contexto es, ¿cómo interpretar a la Rep. Dom.? Debemos comenzar afirmando que el crecimiento económico dominicano registra un alto coeficiente de volatilidad, y de muy baja calidad, hasta el 2004, exceptuando el período 1996-2000, que es el período donde se encuentra la más baja volatilidad de la historia de la economía dominicana, donde el promedio de crecimiento histórico del PIB apenas ha sido de un 2,5%, cuyo PIB per cápita era de 3,248, hasta 2005.

Durante el período 2005-2015, la economía dominicana ha logrado su mayor esplendor de crecimiento y estabilidad, 7,5%, en toda su historia, explicado en una alta proporción por una fuerte recuperación a partir del 2005, por la debacle del 2003, la cual fue sostenible hasta el 2009 cuando explotó la crisis subprime de USA; sin embargo, durante el 2011-2013 se ha expresado en una recuperación de su patrón de crecimiento, incrementándose la renta per cápita que conducen a colocar el país como uno de los de economía emergente que serian de una renta media fruto de una transformación al pasar de un ingreso medio-alto con renta per cápita entre 3,035 a un 9,385 dólares que puede ser alcanzable al 2022.

Para poder entender esta dinámica, es necesario interpretar el período 2005-2012, el cual explica en toda su dimensión el desempeño económico 2012-2014. Ahora bien, de cara al futuro inmediato y los próximos 10 años la reorientación económica de la República Dominicana estará en función de una situación multifactorial entre las que se destacan, impulsar las necesarias reformas políticas del Estado y la economía; mantener la estabilidad macroeconómica que se alcanzó desde el 2005, promover políticas públicas objetivas, reorientar la política de endeudamiento externo, implementar la regulación bancaria de calidad, mejorar todos los indicadores sociales y evitar que la debilidad institucional alcance al abismo o caiga al salto al vacío.

últimas Noticias
Noticias Relacionadas