Opinión

Aprobar la celebración de primarias simultáneas con padrón abierto, implicaría una dramática devaluación del papel de los partidos que tradicionalmente han sido concebidos en la República Dominicana, como agrupaciones fundadas en la adhesión de sus miembros con el fin básico de la conquista del poder. Es imperativo evitar debilitar aún más los partidos políticos y reducir el papel que la Constitución le otorga como mediadores en la canalización de la voluntad de los ciudadanos.

Es inconstitucional la celebración de primarias abiertas con el padrón de la Junta Central Electoral (JCE) así lo dictó el 16 de marzo de 2005 la Suprema Corte de Justicia, actuando como Tribunal Constitucional, acogiendo un recurso de inconstitucionalidad en contra de la Ley de Primarias Abiertas y Simultáneas aprobada por el Congreso Nacional mediante la Ley 286-04.

En virtud de ese precedente de la SCJ y del mandato del artículo 277 de la vigente Constitución de la República , el citado fallo no puede ser revocado ni conocido por el actual Tribunal Constitucional, teniendo un efecto vinculante a todos los poderes públicos. La aprobación de primarias abiertas con el padrón de la JCE significaría, en los hechos, el llamado a unas elecciones generales anticipadas, a las cuales estarían convocados los dominicanos en capacidad de ejercer el voto incluyendo aquellos que nunca han hecho vida partidaria.

Hay quienes señalan que este fenómeno ha sido llevado con éxito en Chile, Uruguay y Argentina, probablemente sea porque responde a la realidad de sus países. Sin embargo, en el caso de Argentina, evidentemente les ha arrastrado hacia una encrucijada institucional, en la que sus dos partidos tradicionales están fuera del poder y el presidente de esa nación, Mauricio Macri, procede de un movimiento de reciente formación.

En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, el éxito y la fortaleza que exhibimos como organización política ha descansado siempre en nuestra esforzada militancia.

Nuestro ordenamiento constitucional lo que permite es un sistema de primarias con listas cerradas organizadas por los propios partidos políticos, con sus recursos, en las fechas que la ley determine y fiscalizadas por la JCE.

Otro elemento que descarta que en el país se pueda instituir un sistema de primarias abiertas para los partidos políticos, es lo contenido en el artículo 209 de la Constitución donde establece que las asambleas electorales sólo pueden ser convocadas cada cuatro años para elegir al presidente, vicepresidente, a los legisladores, a las autoridades municipales y para elecciones extraordinarias.

Debemos observar, que esto permitiría a los partidos políticos intervenir de manera directa en la elección de los candidatos de sus contrarios, destruyendo la institucionalidad del sistema de partidos, fomentando las divisiones y el debilitamiento de los partidos políticos.

El Partido de la Liberación Dominicana es una organización política integrada por hombres y mujeres de vocación patriótica, que lucha por la libertad, el progreso y el bienestar de los dominicanos y los demás pueblos del mundo, privilegiando su acción política a favor de los grupos más desposeídos y vulnerables de la sociedad, lo que nos confirma que será respetuosa del mandato constitucional y de su membresía, que por 43 años ha escrito su historia.

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