El mundo católico celebra este día el “miércoles de ceniza”, inicio formal de la cuaresma, cuarenta días antes del Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa.
Los fieles acudieron a las iglesias y parroquias para recibir la imposición de la ceniza en la frente, un rito característico de esta celebración litúrgica.
Es una celebración de la iglesia móvil, ya que tiene lugar en diferente fecha cada año, siempre relacionada con la también móvil celebración de la Pascua.
En los lugares de trabajo y oficinas los fieles católicos exhibían la señal de la cruz en la frente, recordando aquella sentencia de que “del polvo viene y en polvo te convertirás”.
Desde Roma en el oficio religioso de este dial papa Francisco pidió a las sociedades que se liberen “de los tentáculos del consumismo y de las trampas del egoísmo” que provocan insatisfacción y cierran los corazones “a las necesidades de los pobres”.
“Necesitamos liberarnos de los tentáculos del consumismo y de las trampas del egoísmo, de querer cada vez más, de no estar nunca satisfechos, del corazón cerrado a las necesidades de los pobres”, dijo Francisco durante la misa del Miércoles de Ceniza, que presidió en la basílica romana de Santa Sabina.
En su homilía, el papa criticó que a menudo se persiguen “cosas transitorias, que van y vienen” pero que no tienen importancia, y afirmó que tras la muerte ninguna de estas preocupaciones perdurará, porque “las realidades terrenales se desvanecen”.
Tradición culinaria
Hoy comienza la abstinencia al consumo de carne dando paso a dietas con pescado, mariscos o pastas alimenticias, que por lo general se lleva los días viernes en la cuaresma.
Este miércoles en la costumbre dominicana se prepara el postre de habichuelas con dulce, preferida por los niños y adolescentes.
Es un plato muy dominicano de habichuelas, sobretodo roja, preparado con leche, azúcar, batata, canela, uva pasa y decorada con pequeñas galletas dulces. Si la preparó, que le aproveche.
