En su discurso de toma de posesión, el presidente Joaquín Balaguer, anunció una serie de medidas para disminuir al mínimo el gasto público, declarando una austeridad que lo llevaría a obtener ahorros sustanciales y en pocos meses pudo equilibrar de nuevo las finanzas del estado y dar inicio a una obra material de gobierno que al día de hoy se mantiene como uno de sus principales logros al frente de la cosa pública.
Estas fueron medidas heroicas en medio de una gran crisis, que incluyó la disminución del sueldo del mismo presidente de la República, recordar que Balaguer vivía de su sueldo, no como algunos que poseen y declaran millones de dólares en paraísos fiscales, y claro, pueden regalar lo que ganan como empleado publico, a esas medidas el mismo presidente las llamó ¨draconianas pero necesarias¨.
Seremos pocos lo que lo entendemos así, pero algunos pensamos que la República Dominicana se encuentra a las puertas de una profunda y peligrosa crisis política, económica y social, que tiene su origen en la sorpresa que nos deparaba el destino de encontrarnos de repente con una pandemia inédita en la historia de la humanidad, de la cual aún no vemos solución en el mediano plazo, sumado esto además, al acceso a los poderes públicos de una casta política sin experiencia en el manejo de los asuntos públicos.
Es decir, nos hemos construido nosotros mismos una mezcla poderosa y destructiva que tenemos deber ahora de desactivar.
Estaba mas que claro que la tormenta económica derivada de la pandemia del SARS-Cov2, se presentaría mas temprano que tarde, desde finales del año pasado comenzaron a escalar los precios de múltiples insumos en el mercado internacional, incluyendo el precio de barril de petróleo (muchos pronostican que llegará a 100 dólares) y sustanciales aumentos de todas las materias primas.
Al llegar al gobierno el PRM, los nuevos funcionarios creyeron que estábamos viviendo la época de las vacas gordas, duró mucho mas de los 7 años bíblicos gracias a las políticas económicas de los gobiernos del PLD, y lo cierto es que hemos estado manteniendo cierto nivel de equilibrio macroeconómico, gracias a los subsidios dados en los Estados Unidos por los gobiernos de Trump y Biden, que llegan a nuestro país en forma de remesas.
Pues ahora nos estamos despertando de un sueño que podría convertirse en pesadilla.
En solo 10 meses, todos los artículos de consumo han subido en distintos niveles de precios, sin que se espere una caída de estos en el corto plazo, ademas en República Dominicana nada de lo que sube vuelve a bajar, así que la tan temida ola inflacionaria ya llegó a los bolsillos de los dominicanos, que sufren para poder comprar lo que necesitan, porque los sueldos son los mismos y los gastos muchos.
El gobierno del PRM se ha lanzado en una locura frenética de endeudamiento que nos ha llevado según un informe económico publicado por la CREES (Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles) el pasado viernes, a un 75% del PIB, una cifra que no solo preocupa, sino que debe llamar la atención de todos, pues es un peligro que acecha el delicado equilibrio necesario para que el país mantenga el crédito que ha ganado en los mercados internacionales.
En medio de una ola de insatisfacción que ya ha desatado protestas en algunas ciudades del interior del país, el gobierno anuncia mediante un decreto una serie de medidas llamadas, según el documento, a disminuir el gasto no imprescindible en la administración pública, entre los que se encuentran algunos que, a nuestro parecer, han llegado demasiado tarde.
Eso de que se prohíbe comprar vehículos de lujo y remodelaciones a oficinas de los distinguidos servidores que ¨se sacrifican aceptando ser funcionarios del estado¨, es francamente una tontería, y es que lo primero que hacen los que llegan a un cargo es comprarse un vehículo de los mas caros, grandes y consumidores de combustible, porque esa es una de las señales para el cambio que ha dado su estatus, ha pasado de ser una persona normal a alguien todopoderoso.
Para esta fecha todos los que fueron nombrados en agosto y meses posteriores, hace rato que se compraron su ¨yipetón¨, pero también ya pagaron a una decoradora de interiores para que fuera a sus oficinas para hacer la remodelación correspondiente, solo hay que recordar el video que circula todavía en las redes sociales, donde la megadiva añeja que esta nombrada en el Dicom, se ufanaba de lo linda que había quedado ¨su oficina ̈ después de haberla adaptado a su gusto.
Otros gastos limitados por el gobierno son verdaderas ̈chilatas; celebraciones, regalos, pasajes aéreos y disminución del personal policial y militar asignado a las instituciones; todas estas medidas durarán lo que ̈una cucaracha en un gallinero ̈, pues de todos es conocido que el nivel de fiscalización de esto es muy bajo, y por supuesto los trucos para violarlas son múltiples, habrá que darse su vuelta por los restaurantes de moda a chequear si baja la afluencia de los nuevos funcionarios.
Ahora, donde no puso la mano Luis Abinader, y es el mayor gasto innecesario que tiene el gobierno en este momento de crisis, es en el renglón de publicidad gubernamental.
Notable es la cantidad de dinero que se reparte entre los trombones, pitos y maracas para que hablen y hagan ̈perifoneo ̈, intentando defender a un gobierno unos, los que dan la cara, mientras los mas grandes redoblantes del país ocultan las noticias que pueden afectar una imagen cada vez mas abollada por una realidad que no puede ocultarse.
Quien tenga dudas de si el dinero repartido entre trombones y redoblantes sirve para algo, solo tiene que dar seguimiento a las noticias sobre el sometimiento de la presunta red de lavado y narcotráfico por parte de la fiscalía de esa jurisdicción en contra del llamado Micky Lopez, recordar que en el helicóptero de quien presuntamente encabeza banda se paseó por dondequiera la cúpula del partido de gobierno y el mismo candidato presidencial.
Las redes sociales están llenas de nombres sonoros de los medios, comunicadores ̈independientes ̈, programas dedicados a echar lodo sobre todo el mundo, individuos dedicados a publicar panfletos, youtubers cuyo único objetivo es inventarse cosas y toda una fauna de vividores a costa del estado dominicano, que reciben pagos para promover acciones de un gobierno que realmente tiene muy poco o casi nada que mostrar.
Ni hablar de lo que ocurrió con las llamadas ̈clases virtuales ̈, uno de los disparates mas grandes en que ha incurrido la Republica Dominicana en medio de la pandemia, donde se contrataron canales de televisión por una cantidad de dinero que estaba por encima del valor del medio (incluyendo su dueño y empleados), con el objetivo de callarle la boca a los que se atrevieran a intentar criticar al gobierno.
Es decir, le metieron en la boca paquetes enteros de ¨papeletas¨ a los dueños de medios, para acallar cualquier critica que pudiera surgir en los primeros meses del gobierno del ̈cambio ̈, además de buscar alabanzas para un individuo que montó un año escolar tan fallido que puede darse por perdido, el mejor ejemplo es que tienen que promover a los alumnos sin realizar ninguna evaluación.
Asi que si quieren austeridad comiencen por todo el malgasto que hacen pagando alabarderos que no tienen ninguna credibilidad, y es que en la época de las redes sociales no hay nada oculto debajo del sol.
El decreto de medidas de austeridad es solo BAM (Bulla, Allante y Movimiento).