Opinión

¡República Dominicana!

La República Dominicana, proclamada el 27 de febrero 1844, es un “País pequeño, hermoso, productor, rico y valiente”. El autor de esta columna ha sintetizado esa descripción porque estamos convencidos de que no existe en América, África, Europa y Asia un pueblo con las características en términos históricos, esenciales desde el origen de su génesis como nación convertida en Estado, que habita las tres cuartas partes de la isla de Santo Domingo, que Cristóbal Colón bautizó con el nombre de La Española.

Esta nación fue bautizada en presencia de quien escribe por Fidel Castro Ruz, como “Pueblo legendario, veterano de la historia y David del Caribe”. Único pueblo de América y quizás del mundo, que ha combatido, en su territorio por su existencia, libertad e independencia, con ejércitos de seis naciones diferentes.

Ahora en estos momento, si así podríamos decir, el nombre de nuestro país se repite de manera permanente y continua por la preeminencia en diferentes actividades de la vida, como son los escenarios musicales, deportivos, que han incorporado tanto al merengue, primera y verdadera expresión folclórica dominicana, a la que se ha sumado la llamada ¨bachata¨, expresión popular que alguien dijo alguna vez que lo que quería decir era ¨baile, mujeres y ron¨.

Otro escenario de extraordinaria importancia, económica además, es la presencia en el béisbol profesional de los Estados Unidos y de otros pueblos que lo practican, a donde los jugadores dominicanos, se han convertido en leyendas inigualables, de difícil superación.
También en estos momentos que están en proceso de culminación las Olimpiadas que se han celebrado en la Capital del Japón, en Tokio, dominicanos, mujeres y hombres han puesto en alto a los atletas, que han enfrentado a sus contrincantes en diferentes encuentros deportivos.

¨País pequeño, hermoso, productor, rico y valiente¨. Es en Hispanoamérica y más allá también, una nación que aprovechando la naturaleza de su formación, produce el 85 por ciento o el 90 tal vez, lo que en el orden agrícola, ganadero, porcino y agrícola, produce en esa cantidad, lo que necesita para subsistir, o decirlo de una manera más clara en términos criollo, lo que produce ¨para comer y vivir¨.

Es necesario aclarar que desde el ¨Estrecho de Bering¨ a lo largo del Océano Atlántico, hasta el estrecho de ¨Magallanes¨, las estribaciones montañosas más elevadas se encuentran en territorio dominicano, de cuyas alturas descienden extraordinarias cantidad de ríos, arroyos y manantiales, que irrigan la totalidad de nuestro territorio.

Ojalá que la ¨Prudencia¨ y el ¨Buen juicio¨, nos permita aprovechar, como se dice en términos populares, ¨lo que la Mano de Dios nos ha dispensado¨.

Que los hijos de este pueblo, que recibe tantos elogios por las características que como seres humanos tenemos, los que hemos nacido y vivido en él, así como los que viven en otros países de América y Europa, incorrectamente llamado ¨Diáspora¨, palabra que tiene otra definición y no la correcta que es ¨dominicanos que viven o residen en el exterior¨, que con el esfuerzo y el trabajo al que se dedican contribuyen en la riqueza monetaria que recibimos que asciende anualmente, a la suma de US$ 8 mil 500.000 millones de dólares. Conducta de auténticos y verdaderos hijos de este ¨Pueblo Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe¨.

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