Opinión

EL COOPERATIVISMO DEBE SER PROTEGIDO E INCENTIVADO (2)

Lo ocurrido con la cooperativa CoopHerrera, no hubiere pasado si tuviéramos una mejor regulación, lo que además de evitar que los socios sean timados por los consejeros y ejecutivos administrativos, también evite que individuos ajenos a los objetivos y principios del cooperativismo, entren al sector en busca de beneficios individuales, lo que como esta vez, dañan la reputación e imagen del cooperativismo. Los políticos deben voltear a ver los beneficios sociales del sector, no para hacer política, para solucionar pobreza.

Desde hace un tiempo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estado señalando en sus informes ejecutivos al Banco Central la necesidad de fortalecer la regulación de las cooperativas, en particular las de Ahorros y Crédito. Estas instituciones desempeñan un papel crucial en el sector financiero a través de sus operaciones de crédito, ahorro y certificados financieros, manejando una cantidad de recursos considerable que puede tener un impacto significativo en la economía. Esto es un aspecto que no debe pasarse por alto por parte de los reguladores del sector.

Es esencial que los gobiernos presten una mayor atención al sector cooperativista por diversas razones, siendo la primera de ellas su profunda conexión con la sociedad y la variedad de sectores involucrados en sus proyectos. En algunos casos, los gobiernos utilizan el movimiento cooperativo como una solución para abordar problemas sociales en comunidades desfavorecidas, donde la provisión de servicios de calidad por parte del Estado resulta complicada. Estos servicios pueden incluir desde el suministro de energía eléctrica hasta la gestión de residuos, entre otros.

Durante la crisis financiera de 2008, las únicas instituciones que lograron resistir los embates de la recesión fueron las cooperativas y los bancos cooperativos. Esto se debe, en gran medida, a su naturaleza colectiva, donde el trabajo, la inversión y la distribución de excedentes se realizan de manera conjunta. Para su adecuada gestión, cuentan con un gobierno corporativo compuesto por un consejo de administración, un consejo de vigilancia y un consejo de crédito.

En lo que respecta a la estructura de costos de pequeños negocios, emprendedores, buhoneros y chiriperos, el costo del dinero puede resultar extremadamente agobiante. En algunos sectores, las tasas de interés de los préstamos pueden oscilar entre un 5%, 10% e incluso un 20% diario. Estos actores económicos no pueden acceder al sector financiero regulado debido a la falta de garantías y a los plazos exigidos. Es fundamental que se les motive y eduque para que se unan al movimiento cooperativo y así romper con el ciclo de usura que los mantiene atrapados en la pobreza.

El cooperativismo puede desempeñar un papel fundamental en la organización financiera de los sectores más desfavorecidos. Las cooperativas contribuyen a la educación y organización económica y financiera de sus socios. Además, demuestran un compromiso y consciencia más profundos hacia sus miembros en comparación con los bancos y las instituciones financieras tradicionales, ya que se basan en siete principios fundamentales que las convierten en un vehículo ideal para combatir la pobreza. En el próximo artículo, profundizaremos en estos principios.

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