Opinión

El tema que he tratado en las columnas que publico en este vespertino, es de una importancia extraordinaria, en el terreno político, para el presente y el futuro de nuestro país. No he podido tratar el tema del Aniversario de la Independencia y el nacimiento de la República, como tampoco he podido tratar el fallecimiento o, la despedida de la vida, de mi amigo y compañero Antonio Abreu Flores, “Tonito”, que más que parientes por el apellido Abreu, éramos hermanos porque juntos recorrimos durante muchos años, un largo camino político que nos llevó a estar al lado, muy cerca, como discípulos y subalternos del Gran Maestro, Político dominicano y de América como lo fue Juan Bosch. Las circunstancias en que se desenvuelve la vida política ahora, son más bien propias del pueblo dominicano que de otros pueblos hispanoamericanos y como he dicho en otras ocasiones, tienen sus orígenes en la composición social dominicana.

El chisme, el lenguaje agresivo, las acusaciones sin fundamentos, calumniosas y difamatorias, se desbordaron a partir del 31 de mayo de 1961, luego de haber sido contenidas por la autoridad represiva del régimen del terror que implantó Rafael Trujillo Molina por más de treinta años. El camino de la democracia del aquel entonces hasta ahora, ha estado plagado de métodos incuestionables en su maldad, para ser aplicados en la lucha política. Recordando aquellas “Crónicas” que escribí bajo el titulo de: “La Pelea es Peleando”, seguidas de otras que se titularon: “Cobardía y Oportunismo”, y que cerraron su publicación con las tituladas: “Sin Temor Alguno”, que fueron las más extensas; han terminado dándome la razón que me obligan a dar las gracias, profundamente conmovido, de la solidaridad y el apoyo que he encontrado en docenas de compañeras, compañeros, amigos, conocidos y de otras personas que le dan seguimiento a la manera que he tenido de expresar mis ideas.

Advertí hace cuatro años, que esas acusaciones difamatorias y calumniadoras acusándome de corrupción, apropiación, (que significa robo) y malversación de los dineros del Estado, en su objetivo estratégico no estaban dirigidas realmente contra mí sino contra nuestro partido el PLD, sus dirigentes más importantes y los dos compañeros que han ejercido y ejercen la presidencia de la República. Porque el objetivo real es impedir que el PLD, siga gobernando la República Dominicana. Todavía falta por ver aunque se percibe, se siente, hacia donde van dirigidas esas declaraciones permanentes del actual Embajador de los Estados Unidos de América, ante nuestro país; a ellas se suman ahora la de convertir nuestra Patria en un burdel de “Turismo Gay”, esgrimiendo, como argumento.

convincente, que no debe ser rechazado por un mercado que produce gastos que suman Mil Cuatrocientos Millones de Dólares.

¡Cuánto irrespeto a la dignidad de este pueblo “legendario, veterano de la historia y David del Caribe”! A esa agresión moral se suman ahora las acusaciones de un convicto condenado a nueve años de prisión allá, en el seno de la nación más poderosa del mundo, convertido en un ex presidiario, despojado de toda autoridad moral por razones de principios. Reiteramos y recordamos a los dominicanos, mujeres y hombres, particularmente a los compañeros del autor de esta columna militantes peledeístas que “La Pelea es Peleando”.

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