Opinión

En múltiples ocasiones el autor de esta columna, ha reiterado que Juan Bosch, es el Gran Maestro Político Dominicano y de América; no conocemos en la historia política continental a ningún militante que haya producido una obra como la que Juan Bosch comenzó a construir en Cuba, cuando fundó el PRD, por estímulo y convencimiento de Cotubanamá Henríquez, acompañado, nada más, de Juan Isidro Jiménez Grullón. Desde aquel momento junto a su extraordinaria producción literaria, recogió las experiencias de los pueblos de América, en los cuales vivió y trabajó como figura importante del exilio que combatía la dictadura de Rafael Trujillo Molina. Al pasar los años que han transcurrido desde su llegada al país en 1961, a la fecha, nos ha dado la razón. Y así lo afirmamos para que nuestras compañeras y compañeros, militantes, dirigentes medios y dirigentes nacionales, incluidos los del Comité Político, del PLD, lo tengan presente en los momentos actuales.

El PLD es el mayoritario del país, con un arraigo tan profundo en el seno del pueblo que le ha permitido gobernar por espacio de catorce años, desarrollando en el ejercicio del poder, una labor excepcional, única e inimitable, como afirman, en desbocadas carrera de autoelogios, algunas compañeras y compañeros y pandillas de alabarderos y lambones, en los medios de comunicación. Los gobiernos peledeístas han realizado una tarea gubernativa encomiable, progresista, que ha elevado la capacidad de producción de la República, por encima de otros pueblos hermanos de hispanoamérica. Pero esa exitosa labor gubernamental, ha generado envidiable y agresiva reacción en una parte del sector político criollo, que nos combaten con armas censurables, y al mismo tiempo una actitud de desconfianza y cuestionamiento de un sector importante de la política exterior de los Estados Unidos de América, ya que no debemos olvidar que estamos en la frontera de su imperio.

Han fomentado a través de la USAID, la creación de una red de llamadas ONG’s, y de organizaciones como Participación Ciudadana, Finjus, etc., para que mantengan, “Manos arriba” al gobierno y al partido, convencidos que hay que destruir al PLD, para que no se conviertan en un partido único, monopolizador de la Nación. Así no es, porque no es verdad que en el escenario político actual hay condiciones para que se profundicen las raíces de autoridad de un partido único. Detrás de esa agresión del irrespeto contra la figura del compañero Leonel Fernández, que es contra el PLD y el gobierno que preside el compañero Danilo Medina, está la mano tenebrosa, siniestra, implacable de un sector del gobierno de los Estados Unidos de América; y por eso el señor embajador de ese país tiene como encargo principal, unificar a la oposición contra el PLD, para sacarlo del Poder en las próximas elecciones del año 2016. En la forma que estamos actuando, pasiva y temerosa, no se combate a nuestros adversarios y enemigos.

“La pelea es peleando”. Sin temor, sin complacencias y sin aceptación irresponsable; esas no fueron las lecciones que nos enseñó Juan Bosch, el Gran Maestro Político Dominicano y de América y “Presidente Moral Eterno de la República”. Honremos su memoria y la de las mujeres y hombres que con el sacrificio de sus vidas ayudaron a desarrollar y fortalecer la República fundada el 27 de febrero de 1844.