Editorial

A quien escupe para arriba…

El Partido Revolucionario Moderno (PRM), ahora en el gobierno, con el respaldo de oligarcas y aprovechados de la política, montó una fuerte campaña de ataques al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, sobre todo el del período 2016-2020.

Un ataque despiadado en el que recurrió a toda suerte de mentiras e infundios, teniendo de cómplices a unos supuestos movimientos sociales, muchos de cuyos dirigentes han pasado a ser parte de la nómina del Gobierno.

Llegaron al Gobierno y fueron asesorados para perseguir a funcionarios de la Administración morada y desacreditar la fuerza política que logró estabilizar el país y enrumbarlo por los caminos del progreso, crecimiento y bienestar.

Se inventaron un denominado Ministerio Público Independiente, colocando en su cabeza abogadas y abogados llenos de odios, quienes se prestaron a politizar la justicia o judicializar la política, para seguir engañando a los electores que les favorecieron en dos oportunidades.

Al llegar al Gobierno se enarboló la consigna de combatir la corrupción, promover la transparencia y consolidar un Estado más ético y responsable, propósitos que se dieron a conocer en foros públicos y hasta en el ámbito internacional; sin embargo, de la noche a la mañana, toda esta alharaca ha sido desmentida por la realidad.

República Dominicana está siendo estremecida con el desfalco al Seguro Nacional de Salud, un hoyo financiero muy profundo para la economía y para la salud de los que menos pueden.

De forma colateral con el déficit del SeNaSa, negado por el presidente Luis Abinader con la ligereza y el histrionismo que le caracteriza, cuando en julio de 2025 el PLD lo denunció, se agregan otras situaciones que develan claros actos de corrupción administrativa.

Son los medios de comunicación quienes, a propósito del Seguro Familiar de Salud, recordaron los casos de las jeringas en plena pandemia del Covid 19, la adquisición de libros digitales, las cancelaciones por irregularidades de licitaciones en el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), los escándalos en la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información (Ogtic), la manipulación de la factura eléctrica a unos 42 mil clientes y el escándalo del Intrant, entre otros.

En momento de un punto álgido del desfalco del SeNaSa, tratando de marcar distancia, el presidente Luis Abinader le dijo al país que “durante estos cinco años ha luchado contra la impunidad y la corrupción”, afirmación que ya nadie cree en este país.

En ese aspecto el presidente Abinader y el PRM no tienen ni siquiera el beneficio de la duda porque ¿cómo es posible que con tantos programas, anuncios y propaganda se hayan obtenido tan pobres resultados? La sabiduría popular le da una explicación al accionar del gobierno del PRM diciendo: “A quien escupe para arriba, la saliva le cae en la cara”.

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