Sesenta y cuatro años después, que suman unos 23,360 días, Brasil inaugurará como anfitrión el segundo Mundial de su historia con viento a favor para conquistar el título, como comenzó aquel 24 de junio de 1950, pero con el fantasma del fracaso que supuso haberlo perdido al final en Río de Janeiro.
Llegar a la final el próximo 13 de julio en el estadio Maracaná y ganarla, al contrario de lo que ocurrió el 16 de julio de 1950 en los hechos conocidos desde entonces como “el Maracanazo”, habrá sido la culminación de un camino que se puso empinado tras la euforia provocada por la obtención de la sede, el 30 de octubre del 2007. La lucha de Neymar como referente de Brasil y de Lionel Messi, como el de Argentina tendrá serios opositores europeos como la actual campeona, España, o la prometedora generación alemana y las ya tradicionales aspirantes como Italia o Francia, que esperan derribar por primera vez el mito de no poder ganar una copa en tierras americanas.
Y sonoros golpes en la mesa se esperan de Chile, Uruguay, México y Colombia, Holanda, Bélgica o la Portugal de Cristiano Ronaldo mientras lejos del ruido mediático se preparan Costa Rica, Ecuador y Honduras para provocar disgustos a rivales con larga historia. Hasta el debut en el torneo, la preocupación en los cuarteles generales de Argentina, Chile, España, Inglaterra, Portugal y Uruguay será la puesta a punto de emblemáticas figuras.
El punta argentino Rodrigo Palacio sufrió un esguince de tobillo en un partido amistoso sin historia y es muy probable que se pierda del debut ante Bosnia-Herzegovina, el domingo en Río de Janeiro.
El equilibrio de Chile en la mitad de la cancha, Arturo Vidal, tampoco estará para el estreno frente a Australia y hasta puede despedirse del Mundial por los cortos tiempos para su recuperación de una cirugía de menisco. En la enfermería de la Roja española Diego Costa corre contra el reloj para demostrar fehacientemente que ha superado los problemas musculares. El uruguayo Luis Suárez también avanza en su recuperación relámpago de una operación de meniscos en la pierna izquierda aunque seguramente no estará en el debut contra Costa Rica.
Portugal cruza los dedos por Cristiano Ronaldo, minado por una lesión muscular en el posterior izquierdo y una tendinitis rotuliana. Y en Inglaterra están entre algodones el capitán Steven Gerrard y la joven promesa Oxlade-Chamberlain.
Brasil será el quinto país que organiza por segunda vez la Copa del Mundo. La vigésima edición del Mundial se jugará durante 64 partidos en doce canchas brasileñas.