Editorial

En distintos círculos de la sociedad dominicana se expresan manifestaciones de desagrado por la campaña de injuria y difamación que se lleva a cabo contra el ex presidente de la República y presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández.

Los promotores y sus actores, a través de algunos medios de comunicación, quieren manipular a la opinión pública con la intención de que vea lo que ocurre como parte de la vida en democracia de acuerdo a su malsano criterio, pero su esfuerzo es en vano.

La gente sabe de qué manera entran en campaña y para qué. En consecuencia, no tiene importancia que insistan en tirar lodo y esconder la mano para desdorar a Leonel Fernández. Al final todo quedará al descubierto. El pueblo dominicano valora los aportes del ex presidente Fernández al desarrollo nacional y al fortalecimiento institucional.

Una comisión de senadores y el bloque de diputados del Partido de la Liberación Dominicana, han hecho bien en condenar la campaña que califican de sucia y de descrédito en contra del Presidente del PLD. La atribuyen “a sectores políticos con la finalidad de pretender afectar la imagen del ex presidente, su credibilidad y buen nombre”.

Los diputados y diputadas peledeistas resaltan que en los gobiernos del PLD se ha mantenido una lucha frontal en contra del narcotráfico, que es un crimen de lesa humanidad. Y afirman que esos sectores no perdonarán jamás al PLD el hecho “de asestarles duros golpes a las redes mafiosas y del crimen organizado que han visto disminuidas sus operaciones delincuenciales en el país”. Por ello, reafirman su apoyo a las gestiones de gobierno del ex presidente Leonel Fernández y del presidente Danilo Medina.

Los senadores llaman la atención que el presidente del PLD tiene muy clara su misión de trabajar por el éxito de la gestión del Gobierno y del Partido de la Liberación Dominicana.

Los que sostienen la campaña contra Leonel Fernández, parten de la premisa de que aún es posible borrar un liderazgo y fragmentar al PLD con elementos que provoquen una “gran división” en la principal colectividad política en República Dominicana. Pasan por alto que el PLD ha alcanzado esa dimensión porque sirve al país con el objetivo de completar la obra de Juan Pablo Duarte, como lo proclamó el padre fundador del PLD, el profesor Juan Bosch, expresión de la dignidad nacional. Eso sólo es posible con la unidad partidaria.

El pueblo dominicano aprecia al ex presidente Fernández y al presidente Danilo Medina, por sus aportes al país. En su período, Fernández enseñó con el PLD que desde el Gobierno se pueden construir grandes obras y concebir programas sociales sin precedentes, y al mismo tiempo fortalecer las instituciones democráticas. Hoy el pueblo dominicano aprecia la gestión del presidente Medina.

Los que patrocinan la campaña contra el ex presidente, que es decir contra el PLD, deben saber que un liderazgo consolidado y con amplia base popular, no se puede eliminar con diatribas. Y, menos con las voces, plumas y ordenadores de rastreros.

Vale: Una acepción de rastrero: persona que tiene una conducta indigna ( y que, por lo tanto, se “arrastra” o desarrolla un comportamiento “bajo” ) El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como “Bajo, vil y despreciable”.

Es una pena que no sepan comportarse y valorar la importancia de vivir en democracia. Eso explica su campaña sucia.

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