Opinión

Casi todos los países del mundo, cualquiera sea su forma de gobierno, cuentan con un grupo de personas de confianza del Ejecutivo, quienes tienen a su cargo los distintos sectores en los que el gobierno focaliza su atención. Es el denominado gabinete o consejo de ministros.
El gabinete de gobierno es el órgano que brinda apoyo político y técnico al presidente de un país. Está formado por los principales colaboradores del presidente, quienes lo asesoran en los asuntos que él elija.
Pero, aparte del gabinete del gobierno oficial, cada día toma más fuerza en algunos países lo que se ha llegado a denominar “gabinete en la sombra”, formado por el liderazgo de la oposición, el cual se compone de un grupo de técnicos elegidos como portavoces de la oposición, los cuales accionan como un gabinete alternativo al gobierno bajo la dirección del líder de la oposición.

Haciendo una analogía con los deportes en equipo, los miembros del gabinete de la sombra «marcan» o “enfrentan” a cada miembro del gabinete del gobierno. Así, los ministros en la sombra hacen un minucioso seguimiento programático del ministro titular y su cartera.

En países como el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda esta modalidad de hacer oposición se ejerce desde el Parlamento y es conocida simplemente como The Parliamentary Opposition (la «Oposición Parlamentaria»). Los miembros del gabinete en la sombra se eligen por votación interna en los respectivos partidos, primero eligiendo al líder que posteriormente designa a su equipo.

El gabinete en la sombra se junta semanalmente, como lo hace el oficial; tienen reuniones programáticas y definen la estrategia sobre cómo enfrentarán los temas que se discutirán en el Parlamento, para atacar al gobierno y convencer a la opinión pública de que ellos son una mejor opción.

La oposición se asegura así de mirar detenidamente cada parte del oficialismo para posteriormente cuestionarla en amplios debates en el escenario político.

El principal objetivo de este consejo de ministros de la oposición es fiscalizar y criticar las políticas públicas y acciones del gobierno.

El gabinete de la sombra tiene la obligación de ser oposición al gobierno de turno. Pero su función no es meramente la de criticar a aquellos que están en el poder sino también busca la forma de reemplazarlos.

En general, la recompensa para un ministro en la sombra es hacerse cargo de la cartera respectiva cuando su partido llegue al poder.

El gabinete de la sombra viene siendo una especie de gobierno alternativo, posiblemente un gobierno en espera. Si ganan, los ministros en la sombra se convertirán en los ministros del nuevo gobierno.

Sin embargo, no siempre un ministro sombra termina siendo ministro oficial cuando su partido llega al gobierno.

Ser bueno para criticar no necesariamente significa ser bueno para gestionar y hacer cosas.

Mientras para un ministro en la sombra es fundamental saber argumentar y atacar las políticas del gobierno, un ministro oficial debe tener la capacidad de prever estos ataques, prepararse y planificar políticas realizables más que ideales.

Ahora que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se aboca a la celebración de unas elecciones internas, en donde saldrán electos los titulares de las diferentes Secretarías que conforman el Partido, conviene aprovechar esa coyuntura, y tan pronto culmine el proceso y se conozcan los ganadores, proceder en lo inmediato a la conformación de un gabinete de la sombra que, además de hacer una oposición dura y crítica, sea a la vez, fuertemente programática y racionalmente propositiva.

¡¡A eso aspiramos…!!

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