Latinoamérica y el mundo tienden sus manos a México, por la fuerte sacudida telúrica que ha provocado cientos de muertos, destrucción y un cuadro desolador, también se manifiesta el desconcierto con los daños y muertes en la región del Caribe por el impacto de los huracanes Irma y María.
Los medios de comunicación del mundo tienen su asiento en México y en el Caribe, sobre todo en Puerto Rico, una de las antillas mayores, con quien Republica Dominicana tiene lazos geográficos e históricos de hermandad.
Los reportajes periodísticos nos presentan imágenes y descripciones desgarradoras de lo que se esta viviendo en la querida borinquen, como dice la canción. Más de dos semanas sin energía eléctrica, caminos y carreteras bloqueados, sin comunicación electrónica, destrucción de la vegetación y daños emocionales.
Decenas son los ciudadanos dominicanos residentes allí, quienes han tenido que regresar para ver como logran recuperarse de todos estos daños.
Como sucede en estos casos, la solidaridad se manifiesta con toda clase de ayuda: alimentos, vestimentas, medicinas, mujeres y hombres que auxilian y ayudan a los afectados.
La sensibilidad empuja la colaboración, que siempre es bien recibida y apreciada porque se necesita.