En los informes de la Dirección de Epidemiologia del Ministerio de Salud Pública se comprueba la reducción de la tasa de letalidad de la enfermedad generada por el Coronavirus (COVID-19), así como el aumento de los pacientes dados de alta y la reducción de los atendidos en Unidades de Cuidados Intensivos.
Todo eso induce a lo que los epidemiólogos llaman aplanamiento de la curva, uno de los requisitos de la Organización Mundial de Salud (OMS), junto a un sistema de vigilancia sólido y trasmisión controlada lo que constituye el primer grupo de sugerencias de cara al futuro desconfinamiento.
Son legítimas las preocupaciones de diferentes sectores ciudadanos ante confinamiento y aislamiento social impuestos por las autoridades en la defensa ante el coronavirus.
La disyuntiva de la economía (producción, comercio, servicio) con la salud ocupa el punto principal de la agenda gubernamental en todos los continentes, sin que se tenga una fórmula adecuada.
La aparición de un nuevo microorganismo, altamente invasivo y con altísimo poder patógeno tiene en jaque a todo el globo en razón de que no se cuenta con un tratamiento comprobado científicamente y la vacuna agotando las fases de experimento, mientras aumentan los contagios, complicaciones y fallecimientos en el mundo y las economías se tambalean, caminando al precipicio.
Llegando a los dos meses de la adopción de las primeras medidas en República Dominicana, se añora un retorno a las actividades productivas, pero experiencias de otros países invitan a no dar un paso en falso, La apertura tiene que acompañarse de la certidumbre de que no se produciría un retroceso como lo aconseja la OMS
El Gobierno en una evaluación objetiva de la epidemia atribuye la reducción de velocidad de los contagios al sacrifico colectivo del pueblo dominicano para cumplir las medidas de distanciamiento social y físico, así como a las iniciativas implementadas por las autoridades, aunque reitera que no es momento de bajar la guardia.
Como se ha establecido para superar esta crisis se requiere de unidad, sacrificios, responder a las directrices de las autoridades de salud y nacionales y tener presente que un retorno apresurado puede traer consigo un alto costo humano